Fotos: Cortesía Fundación Real Madrid
Han transcurrido 10 años desde que la Fundación Real Madrid, en alianza con la Fundación Carlos F. Novella desarrollaron la primera de 10 escuelas sociodeportivas en 3 territorios, por medio de las cuales han atendido a mil 400 menores en riesgo de exclusión social y situación de vulnerabilidad, utilizando el deporte como herramienta de formación. El apoyo de Cementos Progreso, desde sus inicios, y la alianza con Millicom/Tigo y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) permiten la sostenibilidad de los proyectos.
En 2013 se inauguró la primera escuela sociodeportiva en la Ciudad de Guatemala, con 180 beneficiarios. Actualmente, ya son 10 recintos en los territorios de esta capital (zona 6), San Juan Sacatepéquez y El Progreso, las que impactan en una población con muchas necesidades.
Todas estas instituciones cuentan, además de la práctica deportiva en las disciplinas de futbol y baloncesto, con refuerzo escolar, talleres psicosociales de prevención de la violencia, el consumo de alcohol y drogas, y programas de transformación digital por medio de los talleres Conéctate Segur@, Conectad@s y Maestr@s Conectad@s, de la mano de Millicom/Tigo. Asimismo, se ha incorporado un nuevo proyecto, Prevención de la migración y promoción de la integración de migrantes deportados en Guatemala, gracias a la colaboración del BID. El objetivo final es entender cuáles son los incentivos que necesita una persona migrante retornada o deportada para quedarse en Guatemala.
Por un futuro mejor
Actualmente, la escuela sociodeportiva en Ciudad de Guatemala recibe a 425 niñas, niños y jóvenes que provienen de contextos muy cercanos a las maras, la delincuencia y la violencia, a quienes se les ha cambiado el rumbo de sus vidas, ofreciéndoles una alternativa sana al uso de su tiempo libre y el estudio para luchar por un futuro mejor.
Las 4 sedes de San Juan Sacatepéquez atienden a 536 niños y niñas provenientes de la cultura indígena kaqchikel, con un 50 por ciento de beneficiarias mujeres, con quienes se trabaja el valor del respeto a la identidad cultural.
Asimismo, en El Progreso se desarrollan cinco unidades académicas con 440 beneficiarios, fortaleciendo la integración entre la población con diferentes capacidades.