Edgar Quiñónez, con más 40 años de dedicarse a la escena teatral, se alista junto a un equipo para abrir el telón de El señor Presidente
El actor y director guatemalteco Edgar Quiñónez nos recibió en su oficina para conversar sobre las producciones teatrales que ha realizado durante estos años, como Pascual Abaj, el Gato con botas y Pinocho, entre otras, pero sobre todo la que presenta este octubre: El señor Presidente, basada en la novela del escritor Miguel Ángel Asturias. “Esta es producción propia, que se genera a partir de la labor conjunta del Ministerio de Cultura y Deportes y de la institución”, menciona emocionado.
El productor explica que el Teatro Nacional se ha convertido en un espacio de renta donde institucionalmente no se produce. “En esta oportunidad estamos contentos porque hemos formado un buen equipo de producción en el cual se da la oportunidad nuevamente de abrir los talleres de escenografía y vestuario: el proceso de iluminaciónestá a cargo del maestro Josué Sotomayor, el responsable de hacer crecer la magia actoral en el escenario”, asevera. Al respecto, comenta que la gente muchas veces solo observa lo bonito de la iluminación en una puesta en escena, pero desconoce todos los procesos y el tiempo que se requiere para crearlo.
Con relación al estreno, confirma la participación de un equipo actoral de 18 personas más un director. “Es un montaje interesante, de mucha energía, orgánico, diferente a todo lo que hemos visto”, refirió el profesional. Recordó cómo en la década de 1970 el dramaturgo guatemalteco Hugo Carrillo se interesó para hacer una adaptación teatral y dialogó con Asturias para conseguir los derechos y el permiso, que luego fue obtenido.
Fuerza laboral y creativa
La pieza la integran, aparte de los actores que oscilan de variadas edades y géneros, los herreros, pintores, la producción de luminotécnicos perteneciente al teatro. Asimismo, cuenta con los talleres de vestuario a cargo de Héctor Leal, con la confección de diseños especiales que se apreciarán en escena; también abrirán el salón de maquillaje y peinado.
El histrión dice que independientemente de la escenografía, hay un trabajo administrativo fuerte para la contratación de los actores. “Se abren espacios para que ellos puedan cobrar bien; entonces, por primera vez se les recompensa económicamente de manera justa”.
Una vida en las tablas
Quiñónez nació en Guatemala, el 22 de mayo de 1954. Estudió arte dramático en la Universidad Popular (UP), de donde egresó como capacitado en actuación, en 1976.
Fue seleccionado para integrarse a la compañía de teatro profesional de la UP mientras era alumno. En 1982 obtuvo el título de maestro en arte, especializado en teatro por el Instituto Nacional de Bellas Artes. Ha impartido numerosos talleres a diferentes grupos y en temporadas de teatro. Es miembro de la Asociación Nacional de Actores y Técnicos de Guatemala (Anayt).
Ha laborado en diversos grupos teatrales, bajo la dirección de los connotados directores y maestros, como Hugo Carrillo, Rubén Morales Monroy, Herbeth Meneses, Manuel Corleto, María Teresa Martínez y Dick Smith. Ha actuado en más de 50 obras tanto de actor como de director; en el 2008, participó con el Ballet Guatemala en Romeo y Julieta en la cual interpretó al Conde Montesco.
Como director, obtuvo dos nominaciones al premio OPUS 87 por el trabajo de la obra infantil Tío Coyote y Tío Conejo. En 1980 fue seleccionado por la Unesco para representar a Guatemala, junto al poeta Luis de Lión para asistir a un Congreso sobre Experiencias en comunidades del tercer mundo, en la ciudad de Dakar, Senegal, en el occidente de África. Exhibió la ponencia El teatro como medio de comunicación popular en las áreas marginales.
Además, el título de licenciado en arte dramático en la Escuela Superior de Arte de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Actualmente, es asistente del Departamento Técnico Artístico del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias y docente.
Por último, enfatiza: “Estamos retribuyendo parte de sus impuestos a la población por medio de los espectáculos que todo guatemalteco debe conocer. Además, estamos obligados a conocer la literatura de Asturias y la dramaturgia de Hugo Carrillo”.
Escrita en el siglo XX
El autor guatemalteco escribió la obra entre 1920 y 1933, y fue publicada en 1946. Es una crítica a la dictadura de Manuel Estrada Cabrera.
El primer acto de la obra de teatro describe a un grupo de mendigos durmiendo en el portal de un edificio e invocando a Luzbel. Lulo tiene una pesadilla sobre ser el presidente y es atormentado. Aparecen otros personajes, como un estudiante agredido por la Policía.
El acto concluye con el Pelele siendo atormentado por mencionar a su madre.
Según María González Araya, en el documento El señor Presidente de la Universidad de Costa Rica, es una denuncia al poder deformante de la dictadura, manifestada a su vez en la violencia y en el desarraigo de todo valor moral. “Desde el principio ya se nos sugiere esta atmósfera, con un juego perturbador de la onomatopeya, en donde, sin poner a trabajar mucho la imaginación, nos damos cuenta del ambiente pesado y horripilante de los cuadros esperpénticos, que con la influencia del cubismo y el surrealismo cobran su efecto dantesco dentro de la obra”, reseñó.
El maestro de arte, Edgar Quiñónez, también actor y productor de la obra, posó con parte de las máscaras y vestuario que utilizarán en la puesta a escena.
El maestro de arte, Edgar Quiñónez, también actor y productor de la obra, posó con parte de las máscaras y vestuario que utilizarán en la puesta a escena.
Dato
Para conmemorar los 125 años del nacimiento de Miguel Ángel Asturias, el Ministerio de Cultura y Deportes estrena la obra El señor Presidente, en la versión dramática de Hugo Carrillo. Las funciones serán en el Gran Sala Efraín Recinos, el 24, 25, 26, 30 y 31 de octubre y el ingreso es gratuito solo deben estar pendientes de las redes sociales de la cartera de Cultura para conseguir las entradas.