Foto: Cortesía del ballet
Laura Morales Sazo es bailarina del Ballet Moderno y Folklórico Nacional de Guatemala. Es egresada de la Escuela Nacional de Danza Marcelle Bonge de Devaux y cuenta con estudios en Ciencias Jurídicas y Sociales.
Durante un día de ensayos, la entrevistamos y nos describió su experiencia.
¿Qué ha significado ser integrante del ballet?
Una experiencia muy bonita, un crecimiento como artista y persona. Ha sido enriquecedor lo que brinda la compañía, no solo conocer culturas de Guatemala, sino también de otros países. Y en Guatemala hay mucha riqueza cultural.
¿Cómo principió ese amor hacia el baile?
Desde pequeña me llamaba la atención estudiar ballet, así que mi mamá me inscribió en la escuela de danza, en donde estudié aproximadamente siete años. Después me retiré para estudiar en la universidad, pero por azares del destino participé en el grupo de danza Usac, donde conocí a compañeros del Ballet Moderno y Folklórico Nacional, quienes me incentivaron a incorporarlo. Audicioné y entré a los 19 años. Ahí continúo hasta la fecha.
¿Qué personaje le gusta más interpretar?
El tigre del baile del Paabanc, porque fue mi primer personaje y lo sigo danzando. Es de mis favoritos, pese a los nervios de interpretarlo por primera vez con una máscara durante una puesta en escena tan importante.
¿Es complejo bailar con máscara?
Sí, cuando uno es nuevo, aparte de que se ensaya con máscara y pasamontañas para no dañar el rostro, porque son de madera, la mayoría. Asimismo, deben estar apretadas, no flojas porque se caen. Sí es estresante su manejo, junto al ritual de la coreografía, ya que puesta, la perspectiva espacial cambia totalmente.
¿Qué proyectos tiene para más adelante?
Al dejar de ser bailarina, se empieza el proyecto de ser maestra, empezar a impartir las clases en la compañía, montar coreografías y todo eso.