La pareja dedicada a la abogacía, Ingeniería Industrial y diseño, respectivamente, escribió y diseñó Un lugar llamado Yo, un diario en el que cada uno puede plasmar con palabras sus pensamientos, sentimientos y vivencias. “A través de diversos retos, cuestionamientos y actividades se busca promover la propia valoración, el respeto y estima de nuestro yo”, explicaron. “En un taller les decía a los niños, que este libro no es mío, el autor es quien se anime a escribir su propia historia”, aseveró Tayes.
El personaje central es Almohada, que Marcos su creador detalló: “Cuando se reflexiona o piensa uno dice ‘lo voy a consultar con la almohada’, porque con ella “compartimos alegrías, tristezas y descansamos”.
Además, esta tiene unas costuras en el costado, que “representan las heridas, secuelas de las diversas situaciones que hemos pasado, que son parte de nosotros”, afirmó. También en las páginas aparece el avión que Montenegro lo comparó con la mente, la cual a veces está confusa, pero que cuando se calma se logran aterrizar las ideas.
La abundancia de su ser. “Hoy con este diario quiero honrar a mi yo niña, esa que tenía la fuerza y valentía del Universo, que no encontraba las horas de ser grande, sin notar que la grandeza la llevaba dentro. Aquella que podía ser feliz sin razón aparente, que no tenía miedo de ser, de merecer y soñar”, afirmó la autora.
Los profesionales dijeron que con la compra de un ejemplar ayudan al crecimiento de su servicio social, ya que su objetivo es llegar a todos en situación de precariedad económica y social, no solo con el material impreso, sino también con talleres que contribuyan al despertar de la salud mental. Puede conocer más al escanear el código con su celular.
También puede adquirir el libro en las diferentes librerías o escribirles a sus redes sociales en las cuales aparecen como Un lugar llamado Yo.
Lesly contó que ya han implementado los talleres en distintos sitios, que varían en las actividades realizadas como técnicas de respiración para brindarles a niños herramientas para autorregular sus emociones, entre otras.