En el Fondo Antiguo de la Biblioteca Nacional Luis Cardoza y Aragón se hallan los libros más antiguos del mundo, escritos en lenguas muertas y varios idiomas. Un recinto especial en donde se conservan aproximadamente 35 mil libros, algunos con pasta de madera, cuero y hojas de oro, que evidencian miles de historias y luchas de más de 400 años. En el interior del Fondo Antiguo de la Biblioteca Nacional Luis Cardoza y Aragón existen documentos importantes que datan del siglo XV hasta principios del siglo XX; uno de los más antiguos es de 1494, que es incunable (se les llama así, porque los guardaban como en cuna y fueron impresos antes de 1500), de los primeros realizados en una imprenta. Sin embargo, el de más antigüedad no solo en el país, sino en el mundo, es el de 1485 (manuscrito), es un libro de recibos de la Iglesia, que mantiene su marca de fuego que usaban las órdenes religiosas para identificarlos. Se puede encontrar el de los estatutos de la fundación de la Universidad de San Carlos, que cita cuándo el rey autorizó en el país a fundar un centro de estudios. También están los cartones de los vitrales del Palacio Nacional del artista guatemalteco Julio Urruela. Durante el recorrido, la bibliotecaria Isabel Hernández mostró una Biblia políglota, escrita en siete lenguas antiguas, que se conserva en su cofre original, el cual parece que provino de España.
Esmero y nitidez
Hernández explica que cada libro antes de entrar a la sala recibe un tratamiento especial, para que cualquier hongo o bicho sea eliminado. Los libros se mantienen con aire acondicionado, deshumidificadores, además de que mensualmente limpian con aspiradora y solo por encima de los lomos y la parte expuesta.