Augusto Ajcá es licenciado en Pedagogía y profesor de enseñanza media en Ciencias Sociales y Formación Ciudadana. Originario de Quetzaltenango, inició en 2012 el proyecto de investigación de personajes ilustres del Período Liberal que están enterrados en el Cementerio de la localidad, que luego evolucionó al Necrotur. Trabajó en la valorización de las calles del Centro Histórico de esa ciudad para colocar nuevas placas con los nombres y recopilar su información, junto a la municipalidad. Y recientemente se enfoca en una investigación de la Galería de Hombres Ilustres que tiene el salón de honor municipal, entre otros proyectos. En una reciente entrevista, compartió sus impresiones acerca de la conmemoración de los 500 años de la ciudad.
¿Cómo describe los orígenes de la ciudad?
Primero que nada, ha habido una confusión con las conmemoraciones y celebraciones que se han hecho. A este lugar se le va a dar su nombramiento de ciudad en 1825; estamos hablando de un tema alejado de lo que se toma en cuenta. Acá existió un pueblo mam, este grupo estuvo hasta 1450, aproximadamente, que luego fue conquistado por los k’iche’s. Estos tienen la característica de colocar nombres de acuerdo con el nahual o protector de la fecha en que ellos toman el control del territorio y le van a colocar Xelajuj. Hay una propuesta que hace Adrián Inés Chávez, uno de los primeros lingüistas indígenas, quien dice que lo correcto es Xelajuj No’j (No’j es el protector de las ideas y el conocimiento).
El pueblo k’iche’ toma el control hasta 1524; en esta fecha llegan los invasores españoles, que saben que van a una población que se llama Quetzaltenango. Ya se conocía este nombre por los indígenas tlaxcaltecas que acompañaron a Pedro de Alvarado, entonces esa denominación ya existía antes de la llegada de los conquistadores y lo sabemos porque Alvarado en una carta que le escribe a Hernán Cortés le dice que partió hacia una población que se llama así. Es la primera vez que se menciona, pero no como algo propuesto por él ni por su grupo, sino que ya existía.
Después de tomar el control, los españoles le llamaron Espíritu Santo y los tlaxcaltecas le dejaron Quetzaltenango. El nombre de Xelajuj quedó como el de los vencidos y ya no se utilizó formalmente. Esta celebración se enmarca más a ese encuentro de dos culturas que en su momento fue violento: el encuentro de la cultura indígena k’iche’ con la europea y la llegada del cristianismo y del idioma español.
¿Qué nos puede decir de la creación del Sexto Estado?
La situación fue el centralismo del gobierno capitalino. Vamos a tomar en cuenta que existían grupos de poder económico que tenían el control del comercio de importación y exportación, y los españoles o descendientes de ellos que salieron de la capital después del terremoto de 1773 querían tener negocios, pero fueron relegados a ser ciudadanos de segunda, por así decirlo, porque al llegar a esta ciudad no les permitieron los beneficios que tenían en la capital y se creó un grupo antagonista.
El famoso clan Aycinena tuvo su protagonismo en esa época, porque ellos controlaban todo el comercio hacia Europa, y el clan Irizarry, hacia Sudamérica, eso hizo que los de la región no tuvieran espacio y se dieron cuenta de que no iban a tener cambios, lo mejor que podría pasar era separarse. Aprovecharon la fortaleza de la región que tenía muchos habitantes. La élite económica de Quetzaltenango busca independizarse, en 1821, y decidió que se une a México y se separa de Guatemala. Después, en 1825, se formó la Federación Centroamericana.
En 1838, Quetzaltenango decide separarse, apoyado por Francisco Morazán, hondureño, que pertenecía a los que no tenían beneficios y él es quien autoriza la creación del Estado de los Altos, que va a durar poco, hasta 1840. También hay convulsión en el gobierno central de Guatemala, Rafael Carrera llega al poder y decide recuperar el territorio. Voy al último punto, esta élite que estaba en Quetzaltenango logró al final tomar el poder en 1871 con la Revolución Liberal y, hasta 1920, el mando político y económico estuvo centralizado acá, y por esta razón es que se dice que es la segunda ciudad de importancia es un nombramiento histórico y popular de esta época.
¿Qué nos cuenta de las evoluciones más notorias que ha tenido la ciudad?
En ese tema vamos a tomar en cuenta que desde que los españoles llegaron y tomaron el control, las edificaciones fueron coloniales, de eso no queda nada más que la fachada de la Catedral del Espíritu Santo, lo demás desapareció debido a que hubo dos catástrofes en 1902: en abril hubo un terremoto y en octubre hizo erupción el volcán Santa María. En esa época, como el control era liberal, se aprovechó para una renovación, podría decirse, cuya evolución más notoria la podemos ver en su arquitectura.
Pero tenemos otro título heredado de esa época y es La Cuna de la Cultura. Este término nace porque con la llegada de los liberales que controlaron el Gobierno y que para que no hubiesen más golpes de Estado ni revoluciones, crearon al ejército, que no fue una milicia sino que fue un grupo especializado que estuvo en cada población importante y crearon las penitenciarías. Esa situación dio lugar a que las artes florecieran.
Su legado cultural es innegable. ¿Cuál cree que fue la época de mayor influencia?
Tenemos muchos quetzaltecos que representan ese legado. Tomando en cuenta esta influencia que ha tenido a través de sus tradiciones, arte y cultura, voy a mencionar algunos personajes netamente identificados con Quetzaltenango y a través de sus obras la ciudad y el país tienen identidad. Por ejemplo, el mapa en relieve de don Francisco Vela; las esculturas de la Marimba de Tecún Umán, del Jugador de Pelota Maya, el Monumento al Trabajo, todos estos de Rodolfo Galeotti Torres; las oberturas de Jesús Castillo; la marimba cromática de Sebastián Hurtado; las piezas musicales como el Ferrocarril de los Altos, Cobán, esos fox de Domingo Betancourth; el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, la Guatemalita son obras de Efraín Recinos; las pinturas de Carlos Mérida; Paco Pérez. Acá doy diferentes momentos, pero ese es el legado que considero yo, se debe resaltar.
¿Cuáles han sido los cambios más notorios en los grupos étnicos de la ciudad?
Entre los que han existido tenemos los cambios en la vestimenta del grupo maya, mucha gente ya no la utiliza, pero el traje ceremonial se ha convertido en algo simbólico para eventos importantes; no vemos a las personas usando un Nimpot (traje ceremonial de quetzaltenango), solamente a la reina indígena. Pero actualmente; por ejemplo, para las graduaciones universitarias o bodas se usa, porque se está revalorizando. Sucede posterior a la firma de los Acuerdos de Paz, previo a esto, se veía al traje indigena como parte del problema.
En esto también tuvo que ver el idioma, durante el conflicto armado hablar en lengua se consideraba como un lenguaje secreto para que los militares no escucharan, y esto hizo que muchas familias dejarán de enseñar a sus hijos el idioma k’iche’, pero actualmente se está valorizando, existe un interés del aprendizaje del idioma, apoyado por el Ministerio de Educación, con la inclusión del estudio del idioma materno en el pénsum base.
Lo que sí se fortaleció bastante fue la gastronomía. Hay mucha promoción y valorización, se les ha dado mucho impulso a los talleres artesanales de chocolate, se ha convertido en un producto bastante significativo porque considero que de las familias indígenas, ocho de cada 10 hacen su propio chocolate. En las ceremonias formales de casamiento, pedida de matrimonio o de cambios de directiva de hermandades, esta bebida es importante igual que el pan de yemas. Los recados han sido tan importantes que existe una asociación de cocineras tradicionales que busca conservar las recetas y el Ministerio de Cultura ha declarado todos los recados como patrimonio de la nación, pero en quetzaltenango se está procurando que el Quichom se convierta en patrimonio de la ciudad por medio de un acuerdo municipal, que es de menor jerarquía pero se quiere tener esa identidad.
¿Cómo ve la respuesta de la población y qué actividades resalta de la conmemoración?
Lo podemos tomar desde dos puntos importantes. Primero que, donde hubo mayor identificación, fue dentro del mundo cristiano, porque a partir de esta fecha comienza la cristianización. En la población de Salcajá se celebró con bastante interés de la población. También, en la ciudad salieron en procesión la Virgen del Rosario y Jesús Nazareno del templo de San Juan de Dios, que son íconos de las tradiciones católicas de acá.
Por otra parte, grupos mayas hicieron ceremonias públicas conmemorando y recordando a los caídos, porque tampoco se debe olvidar que en ese momento de choque hubo un grupo vencedor, pero también hubo un grupo vencido y que es parte de la población actual.
Algo interesante fue que los rectores de las 10 universidades que funcionan en esa ciudad firmaron un documento y declararon a Quetzaltenango Ciudad del Conocimiento.
¿Qué es lo que destaca de estos 500 años?
Hay mucha resiliencia. El quetzalteco tiene esa identidad que es del Sexto Estado, que es altense, esas ideas hacen que se unan. Si ven los TikTok que ahora se toman como una muestra popular de estas celebraciones, resaltaron al Estado de los Altos, a Mario Camposeco con el Xelajú y el equipo, a los Mártires de la Revolución, o sea, todo evento importante del pasado de la ciudad fue nuevamente actualizado con esta celebración o conmemoración.
Es importante que la población lo conozca y puede ser un motivador para evitar decir “no se puede”, si antes crearon proyectos grandes que cambiaron Guatemala; por ejemplo, el ferrocarril, la idea del ferrocarril interoceánico que lamentablemente por la corrupción no se pudo realizar en su momento, todas estas acciones las hicieron quetzaltecos y esto podría ser un motivante para las nuevas generaciones, las empresas y la gente que tiene poder en la ciudad, para que puedan visualizar un más allá, proyectos que sean grandes, no solo que favorezcan a la ciudad, sino a la región o a todo el país.