Antes, los niños se quejaban de las altas temperaturas que imperaban en las aulas en verano, con techo de lámina, que tenía más de 22 años sin cambiarse y, para colmo de males, en invierno permitían la filtración de agua que se empozaba en el suelo.
“Seño, qué calor, me duele la cabeza”, cuenta que decían los alumnos, Alison Roque, maestra de segundo primaria sección A, de la Escuela Oficial Rural Mixta No. 680, de San Miguel Petapa.
Entonces, “nos salíamos un ratito y nos acomodábamos acá afuera”, agrega la docente, quien nos atiende en el corredor techado del centro educativo, una de las 4 mil 101 escuelas mejoradas por el Gobierno en todo el territorio nacional. Para fin de año, se tienen programadas seis mil renovaciones más.
Pero esa situación, en el mencionado establecimiento, se acabó con el cambio de 400 metros cuadrados de lámina, que reduce la temperatura y los ruidos en los cinco recintos donde reciben clases 180 pequeños.
Las nuevas y modernas hojas troqueladas colocadas en la parte superior de los salones “contrarrestan el sonido de la lluvia y el calor intenso. Las clases ahora son más frescas”, asegura Aura Ortiz, directora del citado edificio.
También, se instaló un nuevo sistema eléctrico y distribuyeron cuatro bombillas. Anteriormente, había solo uno que mantenía la clase casi en la penumbras.
Este fue uno de los establecimientos que visitó el Diario de Centro América en Villa Nueva, San Miguel Petapa, Villa Canales y las zonas 6 y 18 del municipio de Guatemala, con el objetivo de documentar los beneficios de dicho esfuerzo emprendido por el Organismo Ejecutivo.
Renovado brillo
Yostin, de 12 años, cursa sexto primaria en la Escuela Oficial Rural Mixta 672, jornada matutina, ubicada en El Renacimiento, Villa Nueva. Empezó ahí desde párvulos. Al centro se le reemplazaron 540 metros cuadrados de lámina, que se habían instalado hace 25 años, que cubren seis salones. Además, se le dio mantenimiento a la estructura de metal y se cambió toda la instalación eléctrica, lo cual incluyó cableado y lámparas.
El adolescente “quiere seguir aquí los básicos, en la jornada de la tarde, porque le gusta cómo quedó”, comenta su progenitora, Wendy Cardona, presidenta de la Organización de Padres de Familia (OPF).
Por su parte, la directora Blanca Ordóñez, resaltó que las mejoras motivan a los estudiantes a esforzarse más.
“Influye en el estado de ánimo, porque ellos ven un ambiente más agradable” para aprender, señaló la entrevistada.
Kimberly Mayén cursa segundo básico en el Instituto Nacional de Educación Básica (INEB) América, jornada matutina, en Villa Canales. En ese lugar se renovó la lámina, que tenía 27 años de existencia, en un área que abarca siete u ocho aulas.
“La verdad, nos sirvió bastante porque ya no hace mucho calor; antes hasta tierra caía del techo. Hoy me siento más animada para estudiar”, indicó Mayén, con una sonrisa nerviosa por ser
entrevistada.
Agradecidos
El muro de block que previamente se veía sucio, de la Escuela Oficial de Párvulos Evangelina Zeceña, de Villa Canales, ahora luce tonos azul y celeste.
Cuenta con tres depósitos de agua para que sanitarios y lavamanos siempre estén surtidos del líquido vital. Sumado a ello, se abrieron las ventanas de las aulas en las que se educan 228 alumnos, las cuales estaban selladas. Se distribuyeron lámparas led y chapas en la puerta principal y en los baños, entre otras.
“Se mira bonita la escuela. Está diferente y a mi hija le gusta más el ambiente”, destaca Cristina Rosales, quien va por su retoño a la hora de salida.
Finalmente, se observó que la Escuela Justo Rufino Barrios, de la zona 6 capitalina, se le renovó la tubería de los baños y el piso que ya estaba dañado y se le instalaron bombas de agua, como parte del plan de remozamiento de 10 mil planteles que esperan alcanzar antes de 2025.
