AFP
La sensación de que el saqueo de los recursos públicos está generalizado, es más alto en siete naciones latinoamericanas, entre ellas Guatemala, de acuerdo con el informe Panorama de las administraciones públicas: América Latina y el Caribe 2024, dado a conocer ayer por Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En todos los países de la región ese sentimiento es mayoritario, “pero es particularmente elevado en Perú (90 por ciento), Panamá (86 por ciento), Ecuador (84 por ciento), Colombia (83 por ciento), Guatemala (80 por ciento), Argentina (80 por ciento) y Bolivia (80 por ciento)”, de acuerdo con latinoamericanos consultados en 2023, se indicó.
Razones “Esa percepción es producto de los últimos tres gobiernos sucesivos que fueron aliados y promovieron la corrupción y la impunidad de esta. Eso retrocedió al país a los últimos lugares en América Latina”, afirmó Manfredo Marroquín, de Acción Ciudadana (AC).
Destacó que si la actual administración hace un buen papel en este tema, al final de su período eso podría revertirse, como el caso de República Dominicana, que en cuatro años subió 7 puntos y se cambió esa sensación.
En ese sentido, expresó que al Gobierno se le va a medir “por el éxito o fracaso” que tenga en el combate a ese flagelo. El documento subraya que, en el tema de satisfacción de la democracia medida entre 2012 y 2021, Guatemala (40 por ciento) ocupa la posición 11 de las 19 naciones evaluadas.
Donde la satisfacción con dicho sistema de gobierno es más alta es Uruguay, mientras la más baja está en Haití.
Respaldan combate a corrupción
La creación de la Comisión Nacional contra la Corrupción y la iniciativa de ley que permita proteger a testigos y personas que denuncien esos delitos en Guatemala fortalecerán la lucha contra el citado flagelo.
Además, son una muestra de los compromisos para redoblar la transparencia en el país. Ello permitirá una colaboración más estrecha entre Estados Unidos, la OEA y Guatemala. Este mensaje fue transmitido por Eric Jacobstein, subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental, del Departamento de Estado de EE. UU., y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, al comisionado nacional contra la Corrupción, Santiago Palomo, en su gira de trabajo en Washington.