La importancia de las remesas en la economía es dimensionada en el Análisis de Población 2024, Guatemala, un país de infinitas oportunidades, presentado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) y la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan). El estudio también destaca tendencias demográficas, fecundidad y migración, entre otros temas.
En este sentido, el documento detalla que, en 2022, los envíos de dinero desde el extranjero alcanzaron un valor muy cercano al de los ingresos por exportaciones y de la inversión extranjera directa (IED). Sin embargo, el Banco de Guatemala refiere que ya superó ambos rubros.
Pablo Salazar Canelo, representante de Unfpa, dijo que los recursos económicos que mandan los connacionales, especialmente desde EE. UU., “son básicamente la estructura que cierra la balanza de pagos y el déficit que tenemos en la cuenta corriente de la balanza de comercio. Juegan un rol fundamental en el equilibrio macroeconómico, pero, además, con importantes impactos en el consumo”.
Oportunidad
El documento, además, indica que el país se encuentra en una fase clave de cambio demográfico que se manifiesta con una proporción significativa de su población en edad de trabajar, lo que representa una ocasión para impulsar el crecimiento económico y la productividad, a fin de mejorar la calidad de vida.
“El bono demográfico empezó en 2018 y, de momento, ya
hemos transitado el 10 por ciento. Son 63 años y ya han pasado 6”, remarcó Salazar. El experto aclaró que hay zonas de territorio nacional en donde este aún no ha
empezado.
El citado fenómeno social es “una oportunidad invaluable para Guatemala, aunque presenta
desafíos que se enmarcan en la educación, empleo y formación profesional, violencia y seguridad e inclusión de las personas con discapacidad”, afirmó María José Carranza, de la Alianza Global por la Educación y de la Asociación de Personas Productivas con Discapacidad.
Fecundidad, a la baja
La cantidad de hijos por mujer disminuyó de 5.5 a 2.7 entre 1990 y 2018. “Se espera que continúe descendiendo en los próximos años y atraviese el umbral de reemplazo generacional (2.1 hijos por fémina) para la década de 2030”, detalla el estudio poblacional presentado ayer.
Guatemala atraviesa la tercera fase de la transición demográfica, caracterizada por el descenso de la natalidad y mortalidad, que tiene como resultado un ritmo más lento de crecimiento natural, indica el análisis.