Con el fin de armonizar los conocimientos de medicina ancestral con el sistema sanitario nacional, el presidente Bernardo Arévalo, en conjunto con el ministro de Salud, Oscar Cordon, lanzó en Panajachel, Sololá, un diálogo para la construcción del Pacto Nacional de Salud.
“Esta acción está destinada a establecer las bases para la construcción social de la salud en donde autoridades del Gobierno, comunidades y pueblo trabajen juntos”, aseguró el mandatario.
Enfatizó que la inclusión cultural no busca obligar a nadie, sino enriquecer el sistema. Se pretende construir algo que refleje las necesidades y la diversidad de la población, respetando sus tradiciones y valores.
22 mil 500 parteras conforman la instancia que ejerce esa tarea.
Una de las propuestas claves es la presencia de traductores en los hospitales, que dominen los idiomas maternos. Este enfoque pretende fortalecer los servicios, asegurando que la comunicación sea efectiva y respetuosa, se explicó.
El jefe de Estado agregó que “este enfoque de integración y complementación quiere aprovechar la riqueza de experiencias presentes en las prácticas ancestrales, enriqueciendo así nuestras iniciativas y políticas de salud”.
Beneficios
Los temas de plantas medicinales, trabajo de las comadronas e intérpretes en los centros de atención son algunos de los tópicos que se discutirán. La iniciativa pretende que los pacientes tengan acceso a asistencia de calidad, con pertinencia cultural en sus comunidades.
Cordon comentó durante el evento que el objetivo de unir los dos sistemas es proporcionar al paciente una respuesta donde la medicina es solo una.
Eliú Mazariegos, titular de la Dirección Departamental de Redes Integradas de Servicios de Salud (DDRISS) de Sololá, resaltó que estas medidas marcan un hito en el país.
Junto con los pueblos originarios se intenta construir una mejor solución para el tratamiento de enfermedades, concluyó.