David Lepe
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Foto: Cortesía Focus Features
¿Has visto un filme tan triste que te provoca risa! En mi caso, se vienen a la mente joyas como The Full Monty (1997) y Little Miss Sunshine (2006). A estas se les unió el año pasado The Holdovers (2023), la cual se convirtió instantáneamente en un clásico navideño.
El director de este título es Alexander Payne, uno de mis cineastas favoritos por su calidez al mostrar historias humanas y provocarnos, de alguna manera, ver a sus personajes como un espejo, una proyección de lo que somos o lo que podremos llegar a convertirnos, para bien o mal. En su filmografía tenemos las excelentes About Schmidt (2002) y Sideways (2004), y las emotivas The Descendants (2011) y Nebraska (2013); así como la incomprendida Downsizing (2017).
The Holdovers está ambientada en 1970 y, gracias a su edición, montaje y música, se siente que se está frente a una obra filmada en esa década. La historia sigue a un profesor de historia cascarrabias en un internado de Nueva Inglaterra (Estados Unidos) quien se ve obligado a acompañar a un grupo de estudiantes cuyas familias no los fueron a recoger durante las vacaciones de Navidad. Los maravillosos Paul Giamatti y Da’Vine Joy Randolph protagonizan esta película.
Este filme retrata a personas que, de alguna manera, no avanzan.
Ambos actores han ganado varios premios por estas interpretaciones y pelearán en marzo por un Oscar. El título en español de The Holdovers es Los que se quedan, frase que le va como mugre a la uña, así de perfecta.
Este filme retrata a personas que, de alguna manera, no avanzan. Un personaje se ha quedado estancado y acomodado, y va por la vida con una amargura invisible para él, pero notable para los demás. ¿Cómo lo maneja? Alcohol y televisión es una opción. También, se presenta a quienes se han quedado solos en el mundo porque sus seres queridos se adelantaron al más allá. El dolor puede llegar a ser inaguantable.
En pocas palabras, ellos son los que se quedan vivos extrañando a sus amados. ¿Cuánto debe durar un duelo? ¿Existe una respuesta a esa pregunta? Por último están representados los que se quedan atrás, porque los demás avanzaron. De lejos, o también de cerca, se ven a estos seres queridos con sus nuevos amigos, nuevas parejas, nuevas metas e, inclusive, nuevas familias; y los que se quedan no están invitados.
¿Se debe intentar seguirlos a la fuerza o mejor se les tira un beso de despedida? The Holdovers ya se proyecta en las salas de cine guatemaltecas. Estimado lector, si ahora te preguntas: “¿Me estás invitando a ver una película triste, con aires setenteros y navideña en pleno febrero?”. La respuesta es: Yo la vi un septiembre y aún no la olvido. Ve y disfrútala.