Foto: Cortesía David Lepe
Si lo aplicamos de manera metafórica, podemos interpretar que un sentimiento “analógico” se refiere a uno que es complejo y multidimensional, en contraposición a un sentimiento más simple y directo. En este sentido, un sentimiento “analógico” podría describirse como una experiencia emocional que no puede ser fácilmente categorizada o reducida a una sola emoción o estado de ánimo.
Después de esta breve explicación, respetado lector, ya puedo afirmar que así es como pienso que es el amor de un papá, “analógico”, ya que implica una mezcla de diferentes emociones y matices que resulta imposible explicar. ¿Así que somos complejos los papás? Al parecer,más de lo que imaginamos. Todo esto ocupó mi mente después de ver Aftersun, un hermoso filme minimalista que se coló el año pasado, y merecidamente, en casi todas las nominaciones a premios a lo mejor del cine de Estados Unidos;entre estos, los Oscar.
Aftersun, que puedes ver en la plataforma Mubi, nos cuenta las vacaciones de Calum, un papá, con Sophie, su hija de 11 años. Aunque no viven juntos, pareciera que se llevan bien y hay amor entre ellos. Pero de a poco la cinta nos presenta detalles del papá que los podemos ir interpretando como: “Este tipo no es cabal”.
Aftersun un hermoso filme minimalista que se coló el año pasado .
Con mucho esfuerzo, Calumle esconde algunas emocione su hija. Si vamos armando nuestro rompecabezas, para la mitad de la historia podemos deducir que está deprimido. Y no es una depresión de “hoy estoy triste”.
Es algo más denso, un trastorno mental avanzado que afecta su estado de ánimo, los pensamientos y su comportamiento. Aquí es donde despertó algo en mi mente. Pensé: ¿cuántas peleas contra fantasmas y demonios internos peleó mi padre, en secreto, durante mi niñez? Uno como hijo, en muchas ocasiones, no tiene la capacidad de ver eso.
Además de días de mal humor o, simplemente, de ausencia, siempre los justifiqué con un directo: “Debe estar cansado” o “hay demasiada presión en el trabajo”. Y ahora, ya como papá, me identifico mucho más de lo antes explicado. ¿Cuántas veces lo he hecho también? ¿Cuántas veces me he privado de darle un beso a mi hija porque mis emociones están de cabeza?¿En qué no he podido apoyarla por sentirme atareado?
Así que, mientras uno pelea con estas bestias mentales y emocionales, utilizando las herramientas que tiene (sean útiles o dañinas), tenemos la tarea intrínseca de demostrarles a nuestros hijos que los amamos.Suena más fácil de lo que es en realidad. Además, tomemos en cuenta que estas batallas no siempre se ganan.
Como papá, no es fácil dejarse entender por un hijo. Te recomiendo Aftersun, ópera prima de la británica Charlotte Wells.Mi única advertencia es que debes tener claro que la canción Under Pressure, de Queen, con David Bowie, nunca volverá a ser la misma.