Los comienzos y los finales hacen que el tiempo sea visible, y nos muestran la importancia de las cosas. Me refiero a aventuras como estudiar una carrera, un campeonato de futbol, una enfermedad, una amistad, un noviazgo, una película, o la vida misma.
Lo efímera que es nuestra existencia nos debería dar lucidez, pero a veces es lo contrario. En nuestra cultura, las despedidas, sobre todo la muerte, son momentos de tragedia. Y no digamos el final de uno mismo, que se convierte en un acto protocolario de dejar este mundo y viajar a donde nuestras creencias espirituales nos dictan.
Pero te has puesto a pensar que, cuando mueras: ¿Quién verá tus fotografías? ¿Quién desempolvará y escuchará tus discos? ¿Quién leerá tus libros? ¿Quién se sentará en tu silla? ¿Quién abrirá y se tomará esa botella de vino que guardabas para un momento especial? ¿Quién te recordará?
Todo esto me vino a la mente al ver Lady Time (2019), filme finlandés que es parte de Eurocine, que está disponible en línea de manera gratuita, durante noviembre.
En este documental, la cineasta Elina Talvensaari llega a vivir con su familia a una casa, que hasta semanas atrás había sido habitada por una anciana solitaria. Al morir, ella no tenía amigos ni familiares, así que dejó todas sus pertenencias en la vivienda. De esta manera, la familia de Elina utiliza sus sillones, mesas, platos y cubiertos; y disfruta su tocadiscos, violín, clarinete y cuadros de retratos, entre otras cosas.
Por medio de cartas, álbumes fotográficos y objetos que quedaron en la casa, Elina investiga y relata lo poco que se sabe de la vida de la anciana.
Es inevitable que, durante los primeros minutos del filme, nos preguntemos: ¿Quién era esta anciana? ¿Por qué vivía tan sola? ¿Dónde está su familia? ¿De quién son esos mechones guardados en una caja?
Me encanta creer que compartir las historias de nuestros seres queridos que ya nos dijeron “adiosito” les da una pizca de inmortalidad y les envía un rayo de luz a donde estén, por si se encuentran en un lugar oscuro. Pero, por momentos, Lady Time me mostró lo contrario.
“Recordar no le da sentido a la vida. La vida tiene sentido cuando la vivimos, no en las historias o en los logros, no en los sueños frustrados o en los deseos”, reflexiona Elina en el filme. “La vida tiene sentido cuando los momentos se hacen realidad”, concluye la cineasta, mientras escucha junto a sus hijas un disco de vinilo que le perteneció a la anciana.
Tal vez por todo esto me gusta tanto la canción de Caifanes que dice “vamos a dar una vuelta al cielo / para ver lo que es eterno”, porque acá abajo estamos de prestado y aún se nos dificulta dibujar una sonrisa al decir “adiós”.