Establecer de manera urgente un plan para erradicar la explotación laboral en la niñez, con acciones tangibles, ordenó la vicepresidenta Karin Herrera al Ministerio de Trabajo y Previsión Social (Mintab), durante la quinta reunión ordinaria de Gabinete Específico de Desarrollo Social (GEDS).
“Se necesita de inmediato la estrategia de intervención que vaya más allá de las capacitaciones, que sé que son importantes, pero es preciso tener esa herramienta y las acciones para reducir el trabajo infantil”, dijo Herrera.
La vicemandataria detalló que se convocará al Mintrab a una reunión bilateral, con el objetivo de establecer fechas para que se presente este plan, ya que es un tema urgente y debe quedar listo este año. “En este gobierno, los niños son una prioridad”, puntualizó.
La viceministra del Mintrab, Claudia Peneleu, informó que se orienta al personal de la Inspección General de Trabajo (IGT) en acciones focalizadas, que tienen el propósito de identificar a infantes en situación de trabajo.
La funcionaria indicó que de octubre a diciembre realizarán operativos de inspección, específicamente en el área de pirotecnia y en el sector agrícola.
A favor de jóvenes
Como parte de la reunión del GEDS, también se conocieron otros avances, entre los que destaca el dictamen favorable para la Política de la Juventud, indicó la vicegobernante.
Otro logro de esta administración es la presentación del Plan Nacional de Prevención de Embarazos (Planea), prevista para el 27 de noviembre, con el fin de atender este fenómeno que afecta a niñas y adolescentes en Guatemala.
La realidad de la niñez
Según la Dirección de Estadísticas Laborales, del Ministerio de Trabajo, que se basa en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh) 2022-2023, alrededor de 350 mil niños y niñas, de 10 a 14 años, laboran en Guatemala.
Esta cifra representa el 17.8 por ciento de esta población en ese rango de edad. Totonicapán (31.9 por ciento), Chimaltenango (28.5 por ciento) y Alta Verapaz (27.9 por ciento) son los departamentos con mayor incidencia de esta situación.
Los datos también muestran que, de los menores que trabajan, dos de cada tres son mayas, 60.8 por ciento se ocupa sin remuneración y 57.6 por ciento hace actividades agrícolas.