De enero a junio de 2024, el presidente Bernardo Arévalo ha atendido 159 actividades de trabajo en los departamentos y la capital, lo que muestra que ha cumplido más agendas que su antecesor Alejandro
Giammattei, quien únicamente realizó 112 en el mismo período de 2020, según registros de la
Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad (SAAS). 02 43 54
Guillermo Barahona, subsecretario Administrativo de la SAAS, explicó que la gestión anterior gastó 3.6 millones de quetzales en rubro de comida durante los primeros seis meses del año, mientras que la actual ha erogado 3.7 millones de quetzales, que incluyen una serie de eventos; es decir, no se trata de gastos en alimentación solo para el jefe de Estado.
Varios rubros
Barahona aclaró que en el tiempo de Giammattei se desembolsó la mencionada cantidad, pero tuvo menos eventos que la actual. En total, este Gobierno lleva más de 340 en el primer semestre, que incluyen agendas de trabajo de Arévalo, la vicegobernante Karin Herrera, la primera dama Lucrecia Peinado y visitas oficiales de funcionarios extranjeros al país, entre otras.
Aparte de la alimentación de Casa Presidencial, personal de la SAAS y seguridad, la entidad cubre otros gastos, como el salario de más de 900 empleados.
Además, viáticos de personal que se mantiene en giras, mantenimiento de patrimonio y de vehículos, por citar algunos rubros.
Para este año, a la SAAS le fueron asignados 133 millones de quetzales, de los cuales, a junio, se han ejecutado 63 millones 11 mil 244.56 (47.38 por ciento).
El titular de la SAAS, Iván Carpio, mencionó que, actualmente, el precio de un plato de comida para un agente de la secretaría es de 13 quetzales, y la alimentación se prepara en el lugar. Para la Casa Presidencial hay una serie de menús, los cuales no pasan de los 36 quetzales por tiempo.
Aclaró que, en el caso de la dieta presidencial, los costos por platillo pueden incrementar en algún momento, pero esto dependerá de las actividades protocolarias que desarrolle el dignatario, pero dentro de las que ya están incluidas no superan el monto mencionado.
“Durante la visita de dignatarios o funcionarios internacionales, tratamos de ofrecer y dar lo mejor en el ámbito de una Casa Presidencial. A pesar de que puedan existir productos premium, los platos no sobrepasan los 36 quetzales”, reiteró Carpio.
El secretario indicó que recientemente hubo sobrevaloración en una factura, en la compra de un tipo de carne; el proveedor no estaba trabajando de manera honesta. Por ello, hubo dos despidos (un jefe de departamento y uno de bodega), y el proceso de investigación sobre el distribuidor aún continúa, y viene de los dos períodos anteriores.
No solo es seguridad
La SAAS no solamente presta seguridad al Presidente y a Herrera, sino que también se encarga de realizar estudios de vigilancia y logística para cada evento, así como coordinaciones con las policías Nacional Civil (PNC) y Tránsito, así como con Guardia Presidencial, para formar frentes de resguardo.
Carpio comentó que las gestiones anteriores practicaron una serie de abusos de carácter administrativo, tanto en el manejo del personal como de recursos financieros. “Por eso, la entidad está mal vista”, añadió.
Según el funcionario, una de los objetivos de las actuales autoridades es fortalecer las instituciones.
Por esa razón, entre las primeras tareas fue iniciar un proceso de estudio para reformar la Ley de la SAAS, ya que hay muchas cosas que no están suficientemente claras y establecidas, en cuanto a aplicar la seguridad de los gobernantes y velar por el buen uso de los recursos.
Esto implica disminuir todas esas posibilidades de abuso, pero al mismo tiempo dignificar al personal como un ente de seguridad que cumple una función establecida en los Acuerdos de Paz, concluyó Carpio.