Cada 4 de mayo se celebra el Día Internacional del Bombero Forestal, a fin de concienciar a la población sobre la importancia de evitar los desastres que suponen la pérdida de la biodiversidad y, en algunos casos, la muerte de quienes luchan por extinguirlos.
En diciembre de 1998 ocurrió un accidente en un incendio en Linton, Quebec, Canadá, donde perdieron la vida cinco combatientes pertenecientes a una brigada forestal.
Según la historia, ese hecho, que se suma a otros incidentes trágicos durante la lucha para apagar los fuegos en todo el mundo, fue el punto de partida para el inicio de un movimiento que, paulatinamente, se ha ido extendiendo por diversos países.
Guatemala no es la excepción, pues miles de hombres y mujeres están decididos a entregar todo a favor de los recursos naturales, mediante su trabajo de sofocamiento de las llamas que, en su mayoría, son provocadas de manera intencional.
Héroes
Es importante reconocer a los héroes que arriesgan su vida y han dedicado su tiempo durante largas jornadas y semanas enteras, sin importar las condiciones climáticas ni las topografías de las áreas para proteger los bosques, la flora y fauna.
Dichas personas han demostrado tener el corazón y la valentía para realizar esa importante labor que no cualquiera puede asumir.
Como buenos guatemaltecos, debemos ser conscientes del cuidado de las áreas protegidas y los bosques, evitando los incendios forestales.
En ese sentido, el trabajo de las brigadas contra incendios forestales es primordial para mantener una Guatemala megadiversa, señala un informe del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap).