El 1 de mayo se conmemora el Día Internacional de los Trabajadores.
Cada 1 de mayo, desde 1921, se conmemora el Día Internacional de los Trabajadores, como un homenaje y reconocimiento a los líderes de la clase laboral, quienes emprendieron la conquista y defensa de los derechos de dicho sector productivo.
En Guatemala existen millones de rostros forjadores y constructores del desarrollo. Son obreros, profesionales, servidores públicos y privados, hombres y mujeres, jóvenes y adultos mayores, que luchan cada día desde su ámbito para forjar el futuro de sus hijos e hijas y, en consecuencia, del país.
La tenacidad, emprendimiento y entrega de muchos de estos ciudadanos, en su mayoría, se lleva a cabo en el anonimato, por lo cual, no todos los guatemaltecos conocemos de su contribución en la mejora de las condiciones socioeconómicas del país.
Por ello, hoy se rinde un homenaje a esos trabajadores que todos los días se esfuerzan por fortalecer su bienestar y el futuro de las nuevas generaciones, quienes se despiertan desde temprano para cumplir con su jornada.
Se valora el sacrificio de las madres y padres de familia que de manera cotidiana se separan de sus hijos para cumplir con su jornada laboral, a los que sueñan en grande y nunca se cansan de dar la milla extra, a los que sacrifican horas de sueño por un tiempo más en su área de trabajo, y a todos los que luchan diariamente por un mejor amanecer:
Teodora Alejandra Colorado /Cocinera
Lleva 50 años preparando platillos en el Mercado Central. Con mucho amor, todos los días, doña Alejandra, de 73 años, cocina alimentos para que los guatemaltecos disfruten de un delicioso almuerzo en el Mercado Central, zona 1 capitalina. Es un ejemplo de lucha y perseverancia. “El ingrediente principal de mis platillos, es el amor con el que hago mi trabajo”, expresa.
Cristian Chamalé /Vendedor
Es el encargado de llevar sustento a su hogar. Desde muy temprano, Cristian, de 33 años, ofrece deliciosas frutas de temporada en el Mercado Central, zona 1 de la capital. Él desempeña su trabajo con mucho entusiasmo y amor, desde hace 15 años, ya que con los ingresos que obtiene, como fruto de su trabajo, sufraga los gastos de la familia,
según menciona.
Camilo Molina /Médico
Es uno de los héroes que luchan contra el Covid-19. Es jefe del Departamento de Epidemiología del Hospital San Juan de Dios. Tiene 56 años de edad, y todos los días se enfrenta a la pandemia. Su sueño era ser ingeniero mecánico, pero de un momento a otro se puso a pensar que la vida humana es el mayor tesoro que existe; por eso a los 17 años decidió ser médico, para salvar vidas.
Carlos de la Parra /Zapatero
“Ser zapatero es un oficio que se ha mantenido de generación en generación”, indica Carlos, de 45 años, cuya profesión es ingeniero agrónomo. Narra que, desde pequeño, su papá le enseñó el oficio que ejerce. “Le prometí en el lecho de su muerte que me haría cargo del negocio”, señala. El papá de Carlos trabajó 60 años como zapatero, con lo que pudo solventar las necesidades de su familia.
Marco Díaz Chávez /Bombero
Con satisfacción, Marco, de 31 años, asegura que logró cumplir uno de sus sueños: ser bombero. “Desde los 17 años tuve el anhelo de ser socorrista, porque mi papá también lo fue. Yo admiraba su trabajo y quería ser como él”, dice el entrevistado, quien desde hace 12 años pertenece al Cuerpo Voluntario de Bomberos de Guatemala. “Me gusta ayudar a la población que lo necesita”, expresa.
Lendy Ortega Santiago /Agente de la PNC
Es uno de los rostros de la Policía Nacional Civil (PNC), encargada del resguardo de la seguridad de los ciudadanos. Lendy, de 27 años, dice: “Ser policía es una profesión dura, por el riesgo que conlleva y por los momentos tristes que presenciamos; pero también es bonita y gratificante, cuando uno actúa con valor para proteger y servir”. Con dicho trabajo sostiene a su familia, desde hace 4 años.
Juan Elías Patzán /Piloto
“Gracias a mi trabajo he sacado adelante a mi familia”, dice orgulloso Juan, de 38 años. Lleva dos décadas ejerciendo como piloto de bus, y nos cuenta que su papá le enseñó el oficio. “Gracias a este empleo, he podido sacar adelante mi hogar y dar estudio a mis hijos”, expresa. La unidad móvil que maneja recorre todos los días la ruta de la capital hacia Villa Nueva, Villa Canales y San Miguel Petapa.