Según datos de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan), la primera infancia (desde el nacimiento hasta los 6 años ) es un ciclo vital del ser humano. En estos primeros años de vida de un niño se estructuran su desarrollo físico, sicológico, cultural, cognitivo y social.
En Guatemala se hace énfasis de los cero a los seis años, ya que si la misma es deficiente, el desarrollo del infante puede retrasarse o debilitarse con consecuencias negativas en la edad adulta.
Según datos de la Sesan, el cerebro alcanza el 80% del tamaño adulto en los primeros tres años de vida y el 90% en los dos siguientes, por ello, la misma entidad brinda información relevante sobre esta etapa de vida, siendo esencial para el buen crecimiento y desarrollo de las personas.
Por ello, la ingesta de alimentos sanos es importante para que los niños adquieran nutrientes y vitaminas necesarias para el buen desempeño de sus actividades cotidianas y de aprendizaje.
La entidad informó que se busca optimizar esfuerzos y recursos, para la coordinación, integración y monitoreo de intervenciones de seguridad alimentaria y nutricional en Guatemala. De esa cuenta impulsa programas y capacitaciones, entre otras estrategias que buscan combatir la desnutrición en el país.
Atención integral
Según Unicef, los efectos de lo que ocurre durante el período de embarazo y los primeros años de vida de un ser humano suelen ser duraderos y en algunos casos, permanentes. La confianza, la curiosidad, la capacidad para socializar con los demás y la autonomía dependen del tipo de atención y cuidado que reciben los niños en la primera etapa de su vida.