Los pueblos mayas alcanzaron un alto nivel de desarrollo cultural, el cual quedó plasmado en grandes construcciones arquitectónicas y en excelsas obras literarias. Muchos de los productos culturales que los pueblos mayas desarrollaron se perdieron a causa de la destrucción ocasionada por la conquista española.
Sin embargo, distintas obras han perdurado, a pesar de los hechos experimentados a lo largo de los años. Una de estas es el Rabinal Achí, un drama danzante que se representa tradicionalmente el 25 de enero, obra que se origina en la región de Rabinal, Baja Verapaz.
La creación fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en 2005.
El historiador Aníbal Chajón analiza la importancia de este drama prehispánico.
¿Cuál es el argumento?
Es un etnodrama, una obra dancística y teatral que exalta a un pueblo, el Achi’. Tuvo su origen a mediados del siglo XV, cuando los guerreros de Kajyub, la capital de los achi’, detuvieron el avance conquistador del pueblo K’iche’ desde Cunén. Para rememorar su éxito, crearon la obra, que glorifica el valor y la fortaleza de los achi’ frente a enemigos de mayor capacidad militar. Por ello, los protagonistas de Rabinal Achi’ y y K’iche’ Achi’ no tienen nombre propio, sino que simbolizan a sus pueblos.
Otros personajes de la obra seguramente son históricos, como Job’ Toj, y el gobernante de Kajyup, quien aparece con nombre propio.
¿De dónde procede la tradición de representarlo el 25 de enero?
La obra debió ser representada en el aniversario de la victoria militar de los achi´. Cuando llegaron los frailes, incluyeron danzas para transmitir el mensaje católico, con diálogos que exaltan a Jesús, la Virgen y los santos. Sabiendo la importancia del Rabinal Achí, debieron promover su ejecución en la fiesta de Rabinal, el día de la Conversión de San Pablo, pues fue designado como el patrono de la población.
¿Y la trama?
Se inicia con el reto entre los dos protagonistas, tras lo cual se produce la victoria del achi’. Los diálogos se alternan con la ejecución danzaria, que reviste importancia porque la coreografía corresponde a una simbología maya, lo mismo que el nombre original: Danza del Tun.
Capturado, el rey de Kajyup, la fortaleza con cuyos pobladores se formó el pueblo de San Pablo Rabinal, juzga al guerrero k’iche’ y lo encuentra culpable de atacar a los de Rabinal y capturar a sus pobladores, así como de haber agredido y encarcelado al propio Job’ Toj. Se le ofrece conservar la vida a cambio de someterse a las órdenes de Job’ Toj y de convertirse en guerrero achi’, pero el k’iche’ rechaza la oferta. Prefiere la muerte antes que traicionar a su pueblo.