El Santuario de la Virgen de Guadalupe, ubicado en la zona 1 capitalina, abrió ayer nuevamente sus puertas para permitir que los fieles católicos muestren su devoción a la Morena del Tepeyac. Para ingresar, los asistentes debieron respertar los protocolos de bioseguridad.
Desde las primeras horas de ayer, los guatemaltecos se acercaron al templo para manifestar su devoción a la Guadalupana.
A las cinco de la mañana se celebró una misa, después se abrieron las puertas para que los feligreses ingresaran al santuario a presentar alguna petición o mostrar su agradecimiento a la Virgen.
El sacristán Mynor Reynosa dijo que “los fieles se han estado desplazando ordenadamente y respetando las medidas sanitarias”.
Óscar Vinicio Méndez Álvarez, devoto de la Virgen, hizo el recorrido de rodillas, llevando consigo a su hijo, Martín. Y presentó una petición especial: “Que bendiga a todos los guatemaltecos, especialmente a los pobres, a los jóvenes y a los niños”.
Grupos familiares llegaban con sus hijos vestidos con trajes típicos, ante las tres imágenes que de la Virgen existen en el santuario: la principal está situada en el altar mayor, la segunda es la que sale en las procesiones y la tercera es una imagen en un lienzo pictórico.
La imagen principal, que ocupa el altar mayor, mide 2.80 m, obra del escultor Esteban Rojas.