El Día Mundial de la Alimentación se conmemora cada 16 de octubre. Celebración promovida desde 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Y su objetivo principal es lograr reducir el hambre en el mundo.
La alimentación constituye una de las actividades esenciales para todos los seres vivos y, por ende, para los seres humanos, que requieren proveer al organismo los nutrientes necesarios para preservar la vida y la salud.
Entre los seres vivos, las plantas y los animales se guían por su instinto para elegir los alimentos que necesitan para vivir.
Los seres humanos, en cambio, tienen la capacidad de suministrar a su organismo gran variedad de alimentos, razón por la cual los especialistas los catalogan como “omnívoros”, o sea, pueden “comer de todo”.
Pero “comer de todo” no es necesariamente saludable y, por el contrario, puede ser contraproducente para la salud de los humanos.
En Guatemala, según la Encuesta Nacional de Enfermedades Crónicas No Transmisibles, realizada en 2015 por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, el 38.4% de los adultos mayores de 18 años presenta sobrepeso y el 28.8% tiene obesidad.
“Cada vez, más personas tratan de comer de manera sana y balanceada”, dice Patricia Vial, gerente de Nutrición, Bienestar y Salud de Nestlé Centroamérica. De acuerdo con la experta, consumir las cantidades correctas en la alimentación diaria es un gran paso para mejorar nuestra calidad de vida. Además, recomienda disminuir el tamaño de los platos y controlar el número de las porciones que se consumen fuera de casa.
“Una adecuada alimentación, que ayude a mantener el peso ideal de cada persona y prevenir enfermedades, implica consumir variedad de alimentos saludables”, indica la doctora Ximena Melgar. “Se debe hacer énfasis en vegetales, frutas, granos y lácteos. Se debe incluir alimentos con proteína, como huevos, legumbres y semillas”, agrega la especialista.