Un día como hoy, 29 de julio, pero de 1773, cuando se celebra día de Santa Marta de Bethania, se produjo en la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala (Antigua Guatemala) un sismo con efectos catastróficos.
De acuerdo con datos históricos, este evento tuvo una magnitud estimada de 7.5 en la escala de Richter, y fue seguido por numerosos sismos que se prolongaron durante 6 meses.
En realidad, los movimientos telúricos habían comenzado el 11 de junio y se fueron intensificando gradualmente, y durante el resto del año hubo más, por lo que finalmente habría de conducir a tomar decisiones sobre el traslado de la ciudad, lo cual no fue fácil, pues había posiciones encontradas sobre el tema.
“El terremoto de Santa Marta provocó un fuerte enfrentamiento entre el presidente de la Audiencia de Guatemala, Martín de Mayorga, y el arzobispo Pedro Cortés y Larraz, quien se oponía al traslado de la ciudad”, explica el economista e historiador José Molina Calderón.
Los sucesos provocaron, en efecto, un enfrentamiento entre los “terronistas”, que deseaban permanecer en el lugar, y los “traslacionistas”, que preferían trasladar la ciudad a un lugar menos expuesto a las adversidades telúricas.
La ciudad de Guatemala estaba entonces en su tercer asentamiento, puesto que ya antes había estado situada, primero en Iximché y luego en el valle de Almolonga, en las faldas del volcán de Agua.
“Esta ciudad, que ahora se llama Antigua Guatemala, llegó a ser en su tiempo la más bella de América”, según opina el historiador Daniel Contreras pero, finalmente, la urbe fue trasladada al valle de la Ermita, y el 2 de enero de 1776 el cabildo celebró su primera sesión.
Pero la antigua ciudad no fue abandonada del todo. Muchos vecinos, por su amor a la tierra que los vio nacer, permanecieron en el lugar y preservaron el impulso vital de la ciudad.
En la obra Así lo celebramos, cuyo tema es el bicentenario de la firma del Acta de la Independencia, editada bajo la dirección editorial de Michelle Castañeda, se lee: “Esta hermosa ciudad colonial resguarda elementos históricos únicos por su belleza arquitectónica y cultural”. El 26 de octubre de 1979, la Organización de las Naciones Unidas.