Hospitales ofrecen servicio de neurocirugía.
En Guatemala, más de 2 millones de personas sufren discapacidad, y de ellas, más de 240 mil padecen parálisis cerebral, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Durante la investigación médica se están realizando esfuerzos intensivos para dotar a los especialistas de instrumentos para enfrentar el problema.
A pesar de que la parálisis cerebral es incurable, cada vez existen más y mejores tratamientos para dar calidad de vida a los pacientes.
La cadena hospitalaria del sur de Florida, EE. UU., Memorial Healthcare System, conjuntamente con el Hospital de Niños Joe DiMaggio, trabajan intensamente en la Red de Investigación de Parálisis Cerebral.
El objetivo de las instituciones mencionadas es ofrecer una opción viable y confiable, proporcionando tratamientos de vanguardia y primera clase para niños que sufren de parálisis cerebral en Guatemala.
El objetivo principal es permitir que los niños guatemaltecos puedan tener acceso a dichos tratamientos.
La doctora Heather Spader, especialista en neurocirugía pediátrica del Hospital de Niños Joe DiMaggio, ha dedicado su carrera médica a la investigación y desarrollo de tratamientos que pueden ayudar a los niños con parálisis cerebral y a sus familiares a sobrellevar la enfermedad.
“Para un padre de familia no es fácil escuchar que su hijo tiene un problema neurológico, así que trato en lo posible de mantenerme al tanto de todo lo que sucede con mi paciente, y eso es en gran parte la cultura de cuidado en el Joe DiMaggio Children’s Hospital y Memorial Healthcare System”, dice Spader.
Actualmente, el hospital ofrece a los pacientes pediátricos con parálisis cerebral los servicios siguientes: neurocirujanos que realizan rizotomías dorsales selectivas y bombas de baclofeno, centro de rehabilitación para pacientes hospitalizados con médicos de rehabilitación con experiencia significativa en el tratamiento de la parálisis cerebral.
También hay disponibles médicos de rehabilitación que ofrecen inyecciones de botox, dysport y phenol, y cirujanos ortopédicos que realizan liberaciones de tendones, corrigen deformidades del pie, tratan la escoliosis y previenen la dislocación de la cadera.