Javier Larequi Fontaneda
Investigador predoctoral en la
Facultad de Filosofía y Letras
Lo que sí conocemos es que el vascónico, una de las lenguas que utilizaron los vascones, se habría escrito con algunos símbolos propios a partir del signario ibérico.
La Mano de Irulegi ha puesto de manifiesto que los vascones supieron escribir en una lengua propia pero es igual de cierto que lo consiguieron hacer gracias al alfabeto de los íberos resaltando, por tanto, las fuertes relaciones culturales que existían en la Península Ibérica.
La particularidad local se manifiesta tanto como las interrelaciones con otros pueblos y etnias de la Antigüedad. De hecho, la fuerte diversidad cultural y lingüística presente en el territorio de los vascones es considerada un elemento clave al menos desde hace dos décadas, entre otros, por el profesor Javier Andreu, Catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Navarra.
Es probable que estas fiestas tengan su origen, o al menos una parte de ella, en los vascones antiguos y en la importancia que tenía el toro en sus sociedades.
Más allá de esta conexión puntual de los Sanfermines con la Antigüedad gracias a las pancartas de las peñas, es probable que estas fiestas tengan su origen, o al menos una parte de ella, en los vascones antiguos y en la importancia que tenía el toro en sus sociedades. No en vano, ya hace unos años que la profesora Alicia Canto se refirió a Navarra como “la tierra del toro” por la importante presencia de estelas y aras, sobre todo en la parte sur de nuestro territorio, con representaciones de la cabeza, el cuerpo o los cuernos de este animal que en gran medida identificamos con los Sanfermines.
Las aras y los sillares taurobolios encontrados en las actuales provincias de Zaragoza y Navarra nos muestran que los vascones ya se interesaron por el mundo del toro y que lo asociaron al ámbito funerario. Quizás este sea otro marcador cultural e identitario que podamos reivindicar cada vez que vinculemos nuestro sentimiento de pertenencia a los vascones antiguos, tal y como las peñas han hecho con la Mano de Irulegi.
Ojalá esto sirva para poner en valor la importancia de la Antigüedad y, sobre todo, se convierta en una oportunidad para conocer mejor qué han hecho los vascones, los íberos, los celtas o los romanos por nosotros.