Loris De Nardi
Investigador Marie Curie en el Instituto Cultura y Sociedad (ICS)
Nuestra memoria histórica colectiva es muy frágil, lo que junto con la baja frecuencia temporal de los sismos de gran intensidad, reduce la conciencia pública del riesgo. Esto genera una mayor tendencia a no respetar estrictamente la normativa antisísmica por parte de la población y que las autoridades actúen de manera más laxa a la hora de hacer respetar dicha normativa. Hay que tener en cuenta que al igual que los desastres no son naturales, los riesgos tampoco lo son. Cada sociedad construye sus propios riesgos y así se explica, en el caso de Turquía, el gran número de edificios colapsados en la región afectada por el terremoto.
El caso de Chile. Algunas naciones tienen la lección bien aprendida. Autoridades de países como Chile o Japón, que suelen registrar un terremoto de gran intensidad más o menos cada diez años, han impuesto estándares constructivos sismorresistentes muy elevados y, sobre todo, han conseguido que estos sean respetados por la población. Los sismos en estos países son tan frecuentes que se han convertido en parte integrante de sus culturas. Por ejemplo, en Chile, la población está tan habituada a los movimientos telúricos que tiene dos términos distintos para clasificarlos: sismos son los que alcanzan hasta una magnitud de 7.9 y los que superan esta cifra se denominan terremotos. Todos los chilenos son conscientes de que a lo largo de su vida les tocará vivir la catártica experiencia de un terremoto 8 o 9 y cada año en algún punto del país se registra al menos un terremoto de intensidad 6 o superior. Esto conlleva que los chilenos posean una muy clara percepción del riesgo sísmico, y justamente por eso, exigen que las autoridades velen por el cumplimiento de la estricta normativa que existe en esta materia. La estrecha relación entre memoria, percepción del riesgo y construcción nos permite estar más preparados para afrontar las adversidades relacionadas con amenazas de origen natural y evitar que acaben desembocando en una tragedia.