Gonzalo Arrondo
Investigador en el grupo Mente-Cerebro, del Instituto Cultura y Sociedad, Universidad de Navarra
Son un tipo de psicofármaco utilizado para el tratamiento de trastornos mentales, como la depresión o la ansiedad, y también neurológicos como el párkinson.
Por otro lado, los estimulantes se usan para tratar problemas como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o la narcolepsia. Su mecanismo de acción también se relaciona con aumentar los niveles cerebrales de dopamina y noradrenalina. Los estimulantes, usados correctamente, se consideran medicamentos seguros, aunque pueden provocar efectos secundarios moderados como problemas de sueño, disminución del apetito, taquicardia y, también, cambios en el estado de ánimo o forma de ser.
Los IMAO también pueden provocar efectos secundarios similares. Sin embargo, su manejo adecuado es mucho más complejo, ya que pueden interactuar de manera peligrosa con otros medicamentos que modifican los niveles de serotonina o dopamina, así como con algunos alimentos y bebidas comunes. SBF buscaba de manera crónica aumentar sus niveles dopaminérgicos para mejorar su rendimiento, capacidad de trabajo y atención utilizando medicamentos que, aunque seguros si se usan bajo supervisión médica, no son en ningún caso inocuos.
La dopamina es un neurotransmisor crítico para múltiples circuitos y funciones cerebrales como el movimiento, la motivación o el estado de ánimo.
La dopamina es un neurotransmisor crítico para múltiples circuitos y funciones cerebrales como el movimiento, la motivación o el estado de ánimo. Todos estos sistemas se encuentran en situación de homeostasis, es decir, de equilibro. Eso implica que la modificación de los niveles de dopamina en uno de ellos tendrá consecuencias en los demás difíciles de predecir.
Así, en muchos casos, el reto en terapia en psiquiatría es encontrar el medicamento que conduzca a un equilibrio razonable entre reducción de síntomas y efectos secundarios en los demás sistemas. En concreto, un exceso de dopamina puede llevar a consecuencias tan variadas como alucinaciones, síntomas de psicosis (paranoia, delirios, pensamiento mágico y, por tanto, pérdida del sentido de la realidad), euforia y síntomas relacionados con impulsividad.
¿Han podido influir los psicoestimulantes en la caída de FTX? Existen diferentes mecanismos plausibles por los que los estimulantes se podrían haber relacionado con el criptofiasco de FTX y Alameda.
Continuará…