Eduardo Valpuesta
Director del Máster en Derecho Digital de la Universidad de Navarra
Ahora que entró en vigor la nueva Circular de la Comisión Nacional del Mercado de Valores en España sobre publicidad de criptoactivos presentados como objeto de inversión, saltan noticias alarmantes que ponen de nuevo de relieve la gravedad del riesgo que suponen estos instrumentos.
En efecto, entró en vigor la Circular de la CNMV publicada en enero que, curiosamente, trata sobre la publicidad de unos activos que no están bajo la supervisión de la propia CNMV. Porque, ciertamente, los criptoactivos que ya sean “instrumentos financieros” (los que suponen invertir fondos para financiar a una empresa, a cambio de obtener una rentabilidad de la actividad que lleve a cabo esa empresa) ya están regulados, incluida su publicidad.
El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) considera que los criptoactivos pueden amenazar la estabilidad financiera.
Y por lo tanto la Circular referida trata de otros criptoactivos, los que no son “valores”, pero que muchísimos inversores minoristas confunden con tales: en definitiva, y hablando en claro, las criptomonedas.
Estas nacieron, en principio, como “medios de pago”, pero se han convertido para muchos en un instrumento de inversión (o, más bien, de especulación).
La CNMV no puede regular las criptomonedas, porque no son técnicamente “valores” sujetos a su supervisión, pero sí regula su publicidad porque incide en la credibilidad y estabilidad del mercado de valores (en general, del sistema financiero).
Y lo que hace esa norma es algo obvio: recordar que la publicidad debe ser veraz y clara, y debe enfatizar los grandes riesgos que supone “invertir” en estos criptoactivos: alta volatilidad, falta de control acerca de la formación de sus precios, no respaldo en Fondos de Garantía, etc.
Estos días han surgido varias noticias que no hacen sino poner de manifiesto el riesgo que suponen estas inversiones.
El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) considera que los criptoactivos pueden amenazar la estabilidad financiera, porque si bien el valor de su capitalización es relativamente bajo, en comparación con la de los instrumentos financieros clásicos, el colapso de una gran criptomoneda podría provocar una crisis de confianza en otros tipos de activos.
Continuará…