Gerardo Castillo Ceballos
Profesor de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra
Existen padres de familia que no son conscientes del peligro que tiene el abuso y mal uso de internet por parte de sus hijos, desde edades tempranas. Algunos presumen de los progresos del niño en el manejo del móvil y de la tablet, sin limitar las horas que dedican cada día. Otros fomentan que los hijos dediquen aún más tiempo a internet por propia conveniencia, como entretenimiento para que estén callados y no den lata.
Estas actitudes fomentan una posible adicción a internet (ciberadicción), en un momento en el que se aprecia, a escala general, un auge de ese problema en niños y adolescentes. Con la pandemia del coronavirus, los casos de adicción a internet y redes sociales se incrementaron de forma exponencial.
Existe el peligro de que los hijos adquieran una dependencia de los dispositivos tecnológicos.
Para los niños y adolescentes, el confinamiento supuso estar más horas en casa haciendo los deberes escolares online y relacionándose con sus amigos reales y virtuales a través de las pantallas. Esas circunstancias favorecieron que las familias fueran más laxas a la hora de permitir la conexión a internet.
Existe el peligro de que los hijos adquieran una dependencia de los dispositivos tecnológicos, con efectos como los siguientes: ansiedad, problemas de conducta, fracaso escolar, aislamiento, problemas de salud física o psicológica asociados al sedentarismo, visión distorsionada de la realidad confundiendo lo real con lo virtual y riesgo de ciberbullying.
A todo ello hay que añadir algo también muy preocupante: el riesgo de que esos niños descontrolados contacten con imágenes porno.
Testimonio real de un adolescente que para superar su adicción a internet necesitó ayuda terapéutica: “Creía que estar a lo largo del día pensando en las redes era normal, porque todo el mundo lo hacía. Navegar por una red social era un modo de aislarme de los problemas reales que se presentan cada día. Poco a poco fui aislándome del entorno que me rodeaba.
Continuará…