Patricio Ramírez Azócar
Docente Bienestar y Salud- Concepción
Hasta hace relativamente poco tiempo, en salud mental no se disponía de un modelo compartido sobre cuáles eran los indicadores de una salud mental positiva (hay que aclarar que la ausencia de síntomas de un trastorno mental no implica la presencia de bienestar mental).
En la actualidad, la comunidad científica se ha unido en torno al concepto de “florecimiento”, para denominar ese estado de bienestar en que las personas logran su mejor funcionamiento emocional, psicológico y social. En el mejor de los casos, las personas pueden lograr ese estado de florecimiento y, además, no experimentar síntomas ansiosos o depresivos, lo que constituye una salud mental completa.
Los investigadores han destinado esfuerzos rigurosos desde un punto de vista científico para saber qué actividades o ejercicios aumenten ese bienestar. Muchos pueden tener una “receta” sobre qué les ha funcionado para mejorar su felicidad, para tener más emociones positivas, sentirse optimistas, conectados a otros o a su comunidad, o para sentir que tienen algún propósito en la vida. Pero es distinto si disponemos de información que supere el sentido común o lo anecdótico, y que indique qué prácticas para favorecer el bienestar tienen evidencia científica sobre su efectividad.
Un buen ordenamiento de esas actividades para aumentar el bienestar mental es considerarlas si son de tipo cognitivas o conductuales.
Un buen ordenamiento de esas actividades para aumentar el bienestar mental es considerarlas si son de tipo cognitivas o conductuales. El primer ejercicio de tipo cognitivo que ha mostrado ser efectivo para mejorar los niveles de felicidad, mejorar el sueño y disminuir los síntomas depresivos es la práctica de la “gratitud”. Este ejercicio buscar romper la inercia de que las cosas buenas que tenemos en nuestra vida estén siempre en el “fondo”, y pasen a estar resaltadas.
Hay varias formas de hacerlo, pero en términos simples consiste en tomarse al menos una vez por semana (o por día) para reflexionar acerca de tres o cinco cosas que están bien y por las que estamos agradecidos. Una alternativa es escribirlas o que se puedan hablar con alguien cercano.
Continuará…