Sala de Prensa
Con el objetivo de mejorar la calidad de los tratamientos en los pacientes de Coaniquem, el Centro de Investigación en Tecnologías para la Sociedad (C+) de la Facultad de Ingeniería UDD, se encuentra desarrollando, en conjunto con la Corporación de Ayuda al Niño Quemado, tres proyectos tecnológicos entre los que se encuentran: un dispositivo de medición de presiones en prendas compresivas; máscaras compresivas mediante manufactura digital y un espacio de realidad virtual/aumentada, cooperativa que ayudará a la rehabilitación tanto presencial como de manera remota.
Estos proyectos buscan beneficiar tanto a los pacientes con quemaduras como facilitar los procesos de rehabilitación que entregan los médicos y profesionales de la salud, integrando tecnología e innovación. Respecto al dispositivo de medición de presiones en prendas compresivas, se creó un dispositivo que, a través de sensores, permite medir y asegurar que la presión ejercida es la correcta y que se encuentra dentro del rango para un óptimo tratamiento.
Otro de los proyectos que se desarrolla es la fabricación de máscaras compresivas mediante la manufactura digital. Esto, bajo el contexto de que este tipo de productos resultan invasivos para la piel, causan dolor o un trauma extra, por lo que esta nueva tecnología ayudará a los médicos y profesionales a construir (por medio de impresoras 3D) máscaras compresivas no invasivas para sus pacientes.
Andrés Cepeda es el investigador que está a cargo de ambas iniciativas.
Andrés Cepeda, investigador que está a cargo de ambas iniciativas, señaló que “los pasos a seguir son revisar junto a Coaniquem distintas alternativas o posibilidades de generar estas máscaras de diferentes materiales, ver cuáles les servirán para sus tratamientos y comenzar a utilizarlas”.
Por otra parte, el tercer proyecto en el que se ha estado trabajando es el de Realidad virtual/aumentada cooperativa, enfocado en generar una rehabilitación eficiente e interactiva en los niños y niñas con quemaduras, tanto presencial como de manera remota y con la presencia del terapeuta en la misma escena virtual.
“Es una realidad virtual colaborativa, de manera que más de un niño pueda participar de un mismo juego, con el objetivo de mejorar sus índices de recuperación. Por otra parte, el profesional de la salud a cargo va a poder participar y orientar a sus pacientes, todo en un mismo entorno virtual”, afirmó José Ignacio Guzmán, investigador a cargo del proyecto.