Sala de Prensa
Pero la prueba más compleja que le tocó vivir fue compatibilizar su vida personal con la laboral. “Fue el período cuando mis niños estaban más chicos, que en el fondo, ahí uno necesita dedicarles mucho tiempo y muchas veces el trabajo de investigador no es de lunes a viernes”.
Sin embargo, agrega que actualmente sus hijos están más grandes y la situación es más fluida, y destaca que durante la pandemia pudo conciliar lo familiar con lo profesional.
Además de trabajar con Data Science, a Loreto le apasiona hacer clases. Hoy imparte los cursos de Tecnologías de la Información III y Seminario de Investigación en la Facultad de Ingeniería UDD, instancia donde aparte de compartir sus conocimientos, también aprovecha de entusiasmar y apoyar a sus alumnos y alumnas.
Poco a poco, son más las mujeres que están optando por entrar al mundo de la Ingeniería.
¿Has visto en las alumnas de Ingeniería un interés de perfilarse más en ciencia de datos o están siguiendo los caminos más industriales o civiles? “Nosotros realizamos un evento que se llama Mujeres en Data Science, en conjunto con la Universidad de Stanford, y es impresionante la cantidad de mujeres que llegan a este evento, o sea, la última vez que lo hicimos había 800 inscritos, de los cuales el 80 por ciento era de mujeres.
Entonces, yo creo que hay un gran potencial dentro de esta área que hay que descubrir y ver cómo se puede aprovechar”.
Poco a poco son más las mujeres que están optando por entrar al mundo de la Ingeniería; por esa razón, Loreto Bravo les hace una invitación para que las jóvenes que quieran dedicarse a dicha profesión borren el estereotipo del “computín aislado”, debido a que también se necesitan habilidades blandas, porque hay que saber interactuar con la gente.