Por: Gonzalo Andrés Serrano
Facultad de Artes Liberales
Lo que antes parecía sacado de una película de ciencia ficción, hoy se ha transformado en una realidad,asesinatos, secuestros o accidentes ocurridos en espacios públicos coinciden en tener a lo menos una imagen de una cámara de seguridad. El punto es que la imagen fotográfica, transformada ahora en video, cambió la vida de las personas y también significó un enorme cambio en la prensa. A inicios del siglo XX y como ocurría con muchos adelantos, la ciudad de Valparaíso fue la cuna del primer Semanario Ilustrado de Actualidades, la Revista Sucesos: “Una revista destinada a grabar en forma de álbum la crónica de los principales sucesos”. Sus creadores fueron descubriendo una veta que empezó a dar jugosos frutos: la crónica policial acompañada de la fotografía. Una de las crónicas más llamativas de este semanario tuvo que ver con la entrevista realizada a un conocido delincuente, Manuel Pérez Verdejo, bautizado por el semanario como el “Hombre más feo de Chile”: “Cuando Verdejo abre la boca, ocurre la idea al que le mira o le escucha de que se ha destapado el brocal de un pozo muy profundo y que hay que ponerse firme sobre los talones a truque de ser absorbido por el pozo. Se trata, en efecto, de una boca tan grande que, sin exagerar, mide cerca de una cuarta y cuando su propietario se ríe llega de oreja a oreja (…) La circunstancia de carecer en la actualidad de dientes y muelas -dice que se los volaron de un puntapié antes de cumplir los 20 años- le permite disimular un tanto aquel exceso; pero el remedio resulta peor que la enfermedad, porque cuando Verdejo cierra la boca, aquello no parece tal, sino el repliegue amarrado de un saco metalero.” (Sucesos, 6 de septiembre de 1902). Fue tal el impacto de la crónica firmada por un tal “Paco”, que habría inspirado al personaje Verdejo de la famosa revista Topaze. No obstante, la imagen del delincuente publicada en la revista no se condice con la descripción. Transcurrido más de un siglo, vale la pena reparar en cuánto ha variado el juicio de la prensa y de nosotros mismos sobre los que cometen actos delictivos. Si nos quedamos solo en la sanción, estaríamos repitiendo el mismo error de Sucesos, sin abordar las causas y, por consecuencia, en posibles soluciones.