Redacción deportes, (EFE).- El París Saint Germain transita con dudas por la nueva edición de la Liga de Campeones, derrotado en casa en la primera jornada y ganador este miércoles con un 0-2 más apurado de lo que aparentó el marcador contra el Estambul Basaksehir, al que superó sin Neymar, fuera del duelo por lesión en el minuto 25, y con un doblete de Moise Kean en la media hora final.
A falta del atacante brasileño, que pidió el cambio por una dolencia muscular, sin la mejor versión de Ángel Di María ni de Kyllian Mbappe ni de todo su equipo, Kean tomó el protagonismo del choque, oportuno para aprovechar el regalo que le ofreció en el 0-1 su adversario en el minuto 64, porque estaba solo para cabecear un córner. Luego sentenció a la media vuelta a la contra en el 79.
Ya no estaba Neymar sobre el terreno, fuera de combate desde el minuto 20, atendido en la banda y reintegrado al campo para pedir inmediatamente después su relevo (entró Sarabia por él), y había sufrido por momentos el conjunto francés con el 0-0 inquietante en el que se movió el duelo hasta entonces, sin el equipo galo con las soluciones que requería el partido y sin la certeza del control sobre su oponente, que asustó más de una vez a Keylor Navas.
Fue compleja su victoria. Primero porque enfrente había un rival muy competitivo, más de lo que aparenta su inicio de curso o su debut en la fase de grupos de la Champions; después, porque la ofensiva alineación inicial del discutido Thomas Tuchel redundó durante 25 minutos tanto en el ataque que menospreció el equilibrio, tan determinante en el fútbol actual; y porque no fue concreto.