La halterofilia en disfrutado de grandes momentos a lo largo de la historia.
A lo largo de la historia el levantamiento de las pesas ha sido para los fuertes, pues siempre se celebra a los atletas que más peso ponen en la barra y la elevan en las modalidades arranque y envión.
Este deporte empezó a tener auge en Guatemala a inicios de los años 1950 y fue entonces donde empezaron a surgir atletas como Gustavo González y Julio Mejia, quienes participaron en los Juegos Panamericanos de 1956.
Para el desarrollo de este deporte en nuestro país fueron determinantes personajes como Luis Rosito, en su momento atleta y entrenador, así como gente entusiasta como Enrique Mizrahi, Salvador Samayoa, Marco Tulio Carrillo, Manuel de Jesús Veliz y por su puesto
Fredy Paccerelli.
Rosito fue el primer guatemalteco en asistir a uno Olímpico, en las justas de Moscú 1980, y el pionero en Centroamérica de levantar más de 400 libras. Tras su retiro, se convirtió en el formador de muchos atletas de la halterofilia.
Después llegaron otras generaciones como Luis Coronado, quien asistió a los Olímpicos de Barcelona 1992; Joel Bran, que estuvo presente en Atenas 2004, Cristian López (Q.E.P.D), que participó en Pekin 2008.