Raúl Anguiano confía en readecuar el camino para lograr la clasificación.
Tokio es un reto inconcluso para Raúl Anguiano, atleta paralímpico de Guatemala. La pandemia del Covid-19 frenó el camino que lo tenía cerca de su primera experiencia, y ahora tendrá que recalendarizar el trabajo para el próximo año.
Al mismo tiempo de que los juegos olímpicos cambiaron de fecha, también sucedió con los paralímpicos, que, según la decisión de la organización y el Comité Olímpico Internacional (COI), se realizarán del 24 de agosto al 5 de septiembre de 2021.
Anguiano se ha convertido en un atleta estandarte del parabádminton en América, y lo confirmó en 2019, cuando consiguió la medalla de oro en los Juegos Parapanamericanos de Lima, en la clase SL4, al superar en la final al brasileño Rogerio de Oliveira. La pandemia de coronavirus frenó el camino que llevaba para clasificar para Tokio, pues en febrero había estado compitiendo en Brasil y Perú, y un día antes de tomar el viaje a Europa, el 8 de marzo, la organización del Abierto de España canceló el torneo.
Sin embargo, la oportunidad se mantiene firme, pero tiene que esperar, como muchos otros deportes, que todo vuelva a la normalidad, y continuar con el objetivo. Por ahora, Anguiano está ranqueado en el puesto 12 a nivel mundial, y 20 en la carrera a los juegos paralímpicos.
“El panorama se ve complicado con la enfermedad del coronavirus. Por el momento, la Federación Mundial de Bádminton no se han dado las fechas de la recalendarización de los torneos. Nos toca seguir esperando, sin duda, pues hasta que no exista una vacuna nadie estará tranquilo”, indicó.
El paratleta ha tratado de mantenerse en forma con entrenamientos en casa, y se apoya en sus hijos Raúl, de 15 años, y Alejandro, de 11, quienes también han practicado el deporte, aunque en los últimos meses han sentido una preferencia especial por el baloncesto.
“Tengo toda la esperanza de clasificar para Tokio. Hay que ver qué decide la Federación Mundial: hacer más eventos o que el ranquin se quede como está. Todo es incierto. Si nada de esto hubiera pasado, yo ya estaría clasificado”, resaltó el seleccionado guatemalteco.
Agregó que estos días le han servido para compartir con su esposa y sus hijos, además de corregir cosas técnicas de su juego, por las tardes, ya que en las mañanas se presenta a su trabajo en la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG), donde tiene a su cargo la parte técnica del deporte adaptado.
Raúl Anguiano, de 44 años, practicó el bádminton convencional de los 10 a los 28 años, después se retiró, y volvió a los 2 años para dedicarse al parabádminton. Han sido años de experiencia en el deporte, lo cual le ha permitido competir en el alto nivel y, sobre todo, mantenerse bien ranqueado.
Destacó que algo importante en su larga carrera ha sido que las lesiones lo han respetado, lo cual le ha permitido tener la opción de pelear por estar en unos paralímpicos. En Tokio será la primera vez que el parabádminton
entra en el listado de deportes de competencia.
“Quiero seguir representando a Guatemala en los Paralímpicos de Chile 2023, y después seguir contribuyendo en el deporte. Justo ahora, soy vicepresidente de la Comisión de Atletas de la Mundial, y desde allí trato de contribuir con mi opinión y tiempo”, enfatizó.