La seguridad económica, como la capacidad de las personas, los hogares o las comunidades de
satisfacer sus necesidades básicas de manera sostenible y con dignidad”, 18 jun. 2015 Comité Internacional de la Cruz Roja. Para mitigar los impactos que provoca el clima de inseguridad, violencia, crimen, robos, extorsiones, y otros males que provoca la inseguridad, el Gobierno, el sector privado y la sociedad en general deben enfocarse en promover un clima de seguridad económica. En nuestro medio se atacan los efectos y se descuidan las causas. Una de las mayores causas del clima de violencia en nuestro medio es el desempleo y la falta de oportunidades económicas en las áreas urbanas y rurales; esto presiona a las personas a migrar a nivel interno, hacia la metrópoli o a Estados Unidos. En nuestro medio existen ejemplos que hay que analizar y profundizar, como los departamentos de Sololá, Totonicapán y Quiché, que mostraron recientemente en un estudio las estadísticas más bajas de violencia a nivel nacional, por lo cual fueron reconocidos por las autoridades de Gobernación y a las autoridades locales del lugar. Si observamos el objetivo por el cual se estructura el crimen organizado, narcotráfico y pandillas, es por un propósito: generar recursos económicos ilícitamente, reclutan a niños jóvenes y personas en situación de pobreza o pobreza extrema y se desarrollan en las áreas marginales. Recientemente migran a las comunidades rurales, donde existen cinturones de pobreza y ausencia de inversión pública y privada, y en algunos casos ausencia de entidades públicas. Mientras no exista orden y oportunidades económicas de subsistencia de las comunidades, familias y personas entran en un completo estrés social, en el cual es presa fácil de delinquir o corromperse para sobrevivir.