Gobierno adquiere finca Los Cuchumatanes y la entrega a campesinos.
Emocionados, sonriendo y agradecidos por el apoyo del Gobierno, dirigentes de las 267 familias de la aldea Cajolá, Quetzaltenango, podrán instalarse en la finca Los Cuchumatanes, luego de haber recibido la escritura a nombre de la comunidad.
La propiedad, de 713 hectáreas (unas 16 caballerías), se ubica en el municipio de Champerico, Retalhuleu, el cual a partir de ahora será el hogar de estas familias, y en cuyas tierras podrán cultivar hortalizas y otros productos, para vender.
Esto les permitirá a los campesinos llevar el sustento a sus hogares y alcanzar el desarrollo económico que por muchos años habían deseado.
Sergio Flores, titular de la Comisión Presidencial del Diálogo (CPD), explicó que la finca se adquirió por un monto de Q55 millones 823 mil 286.95 y que los campesinos la ocuparán de inmediato, segúnlo acordado.
Una parte de los fondos, Q34.6 millones, fue trasladada por el Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación al Fondo de Tierras (Fontierras), entidad que completó el resto.
Más apoyo
Los pobladores habían solicitado la compra de la propiedad desde agosto de este año, y permanecieron en los alrededores de la Casa Presidencial mientras sus dirigentes sostenían reuniones con autoridades de la CPD.
Según Flores, Fontierras tiene previsto aprobar un subsidio de Q45 millones 505 mil 119 para la construcción de viviendas y, además, aportará Q8 millones 440 mil 48 para el desarrollo de proyectos productivos que beneficiarán a estas personas.
La comunidad demandaba tierras para vivir y cultivar desde hace unos 20 años, pero fue hasta en 2016, con el gobierno de Jimmy Morales, que lograron alcanzar acuerdos que dieron frutos este mes. El 6 de diciembre, el Gobierno de Guatemala, a través de la CPD, se comprometió a resolver las demandas de los pobladores de Cajolá antes de finalizar su administración, y no heredar el conflicto al siguiente gobierno.
Damián Vail, líder comunitario, informó que ayer mismo se trasladarían a la finca. “Lo que sabemos es que es una finca que tiene casco urbano. Es una página más para construir una comunidad”, indicó.