Las familias que se encuentran en los Albergues de Transición Unifamiliares (ATUs), que son trasladadas a la finca La Industria en Escuintla, manifestaron estar preparadas para iniciar una nueva vida.
Les hace feliz ver a su familia junta y en una casa independiente, porque ahora no tienen que compartir en un mismo lugar como hacían en las escuelas utilizadas como albergues desde el 3 de junio pasado, tras la tragedia ocasionada por la erupción del volcán de Fuego.
Adolfo García Castillo, de 30 años, dijo: “en este lugar mi corazón se llena de esperanza, al saber que un día vamos tener una casa digna y ahora luchamos para salir adelante. Hasta el momento no nos ha faltado la comida, pues el Gobierno y miles de guatemaltecos nos han apoyado”.
Añade García que vivía con su familia en la colonia San Miguel Los Lotes, donde tenía una tienda. Recuerda que se quedaron sin nada y hasta el carro se quedó enterrado. “Lo único que llevo en la bolsa son las llaves de la que era mi casa, y las guardo para contarle a mis hijos lo que pasó”.
El entrevistado tiene cuatro hijos, y dice que por culpa de la erupción del volcán su hija de 4 años vive con miedo.
Rosenda Hernández se siente alegre de vivir en los ATUs, pero a la vez triste porque no está toda su familia. “Mi hijo, nuera y mi nietecito se quedaron enterrados en Los Lotes”, indica.
Pero recupera el ánimo y agrega: “estar en esta casita es como volver a empezar una nueva vida, porque tenemos otra oportunidad”. Por su parte, Neri Dávila, de 15 años, dice que donde estaba antes no podía dormir entre tanta gente, solo la primera noche, “pero aquí las cosas son diferentes y estamos mejor”.
La Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (SOSEP) es la administradora de los ATUs. Según el subsecretario de la dependencia, Selvin Castellanos, el martes llegaron a la finca28 familias, constituidas por 97 personas.
Ayer fueron 108 personas, que integran 27 familias. Al momento se tienen 52 ATUs ocupados y 105 están terminados, se informó.
El grupo estaba alojado en el Instituto Simón Bergaño y Villegas, y antes de la tragedia vivían en las aldeas La Industria, Las Golondrinas y Papa Francisco, de la comunidad San Miguel Los Lotes, dijo el funcionario.