El Gobierno de Guatemala condenó el hecho y reafirmó
su compromiso en el combate a las estructuras criminales.
Dafne Pérez y Danilo Ramírez
Enviados especiales
Comitancillo, San Marcos, llora la pérdida de 16 de sus hijos masacrados el 22 de enero en Camargo, Tamaulipas, México. En medio de la tristeza y el dolor, los familiares, la comunidad y funcionarios rindieron un homenaje póstumo a los migrantes, cuyos restos fueron repatriados el pasado viernes a Guatemala.
El seno de las familias de los connacionales fallecidos está destruido. No hay palabras para describir tanto sufrimiento por el hecho trágico.
El Gobierno de Guatemala, las autoridades locales y seres queridos de los occisos demandaron la captura y castigo a los responsables del crimen.
“El Gobierno de Guatemala manifiesta su rechazo absoluto a las atrocidades cometidas y reitera su compromiso de apoyar las investigaciones que se realizan en México.” Alejandro Giammattei Presidente de la República
El presidente Alejandro Giammattei manifestó su “profundo pesar” por las muertes, durante un acto en la Fuerza Aérea Guatemalteca, a donde arribaron los restos de los connacionales, que posteriormente fueron trasladados a Comitancillo.
“Mando un mensaje claro y contundente: estamos colaborando de manera estrecha con los países de la región para ubicar, perseguir y detener a las bandas de criminales que engañan y estafan, en un viaje costoso y peligroso”, destacó el Jefe de Estado.
Apoyo y asistencia
Giammattei recordó que “desde el día del trágico suceso” Guatemala, el Gobierno de México y las autoridades de Tamaulipas trabajan en la investigación, con el fin de enjuiciar y castigar a los responsables.
El gobernante garantizó apoyo y asistencia psicológica a quienes perdieron a sus seres queridos.
En ese sentido, el viceministro de Asuntos Migratorios y Consulares, Eduardo Hernández, dijo que mediante el mecanismo binacional creado a raíz de los hechos se dará seguimiento al resarcimiento que ya fue ofrecido por México.
Solidaridad
A su arribo a Comitancillo, las comunidades y autoridades rindieron un homenaje post mortem a los migrantes en el Estadio Municipal de la localidad, donde el pueblo se congregó y participó en una misa de cuerpo presente. Los migrantes fallecidos fueron recibidos como héroes por el pueblo, pues sacrificaron su vida por buscar mejores condiciones para su familia.
Luego del acto, los féretros fueron trasladados a las comunidades de donde eran originarios los connacionales, para el velatorio respectivo y posterior sepelio. El sábado comenzó la inhumación de los cuerpos en la cabecera municipal y las aldeas, en medio del clamor porque se esclarezca el hecho y se castigue a los responsables de la matanza.