Mya fue la primera perrita en perfeccionar y agudizar su olfato para la detección de teléfonos celulares dentro de los centros carcelarios, por lo que durante 9 años acompañó en infinidad de requisas a su guía Pedro López Xitumul. La canina, que sirvió al Sistema Penitenciario, pasó hace 3 días a situación de retiro. • Javier Pérez