Una de las películas más esperadas en este año de pandemia fue estrenada por Netflix a inicios de octubre. Escrita y dirigida por el multilaureado Aaron Sorkin, The Trial of the Chicago 7 (El Juicio de los 7 de Chicago), retrata uno de los momentos de mayor revuelta social en la historia de EE. UU.
Sorkin tiene dentro de sus reconocimientos un Óscar por el guion de The Social Network (2011). También fue el guionista de películas como A Few Good Men (1992) y Moneyball (2011), y las series The West Wing (1999-2006) y The Newsroom (2012-2015), por mencionar algunas.
Basado en hechos reales, el filme relata la historia del juicio de los líderes de cuatro grupos sociales, que, en el verano convulso de 1968, encabezaron una marcha en contra de la guerra de Vietnam. Aquel año fue traumático para EE. UU. por los asesinatos de Martin Luther King Jr. y Robert F. Kennedy.
Con la tensión social en lo más alto, para agosto de 1968, las organizaciones estudiantiles y sociales Estudiantes por una Sociedad Democrática, Partido Internacional de la Juventud (conocido como Los hippies) y Movimiento para Finalizar la Guerra de Vietnam (The Mobe) encabezarían la protesta que finalizaría en la Convención Nacional Demócrata. Estos frentes eran catalogados por la derecha radical estadounidense como grupos comunistas y violentos.
El grupo de los 7 estaba integrado por Tom Hayden, Rennie Davis, Abbie Hoffman, Jerry Rubin, David Dillinger, John Froines y Lee Weiner, quienes, según las fuerzas policiales, fueron los causantes de incitar a la violencia y crear disturbios en la ciudad. Se hubiera llamado Chicago 8 pero Bobby Seale, miembro de Las Panteras Negras, fue juzgado por separado.
The Trial of The Chicago 7 choca con los hechos reales, y el “efecto hollywoodense”, a cargo de Sorkin, llena el filme con estoicismo y dramatismo, a veces innecesario, para calmar una historia cuyas protestas eran apoyadas con fervor a lo largo y ancho de EE. UU.
Dejando fuera el efectismo, el largometraje pone en evidencia al sistema judicial y a la Fiscalía, por tergiversar los hechos, para condenar a como dé lugar a los acusados. Incluso, alteran todo el proceso para evitar que el testimonio del exfiscal general, Ramsey Clark, sea escuchado por el jurado, con tal de salirse con una condena de culpabilidad contra los siete.
Se rescata mucho la interpretación de Sacha Baron Cohen, en el papel del activista Abbie Hoffman, quien fue una figura trágica de aquel movimiento social, al dotarle de carisma, humor, sarcasmo y valentía a su personaje. No me extrañaría que ganara algún premio en la próxima temporada de premios, en caso la haya. Completan el elenco Eddie Redmayne, Joseph Gordon-Levitt, Alex Sharp Jeremy Strong, Frank Langella y Michael Keaton. Muy recomendable.