Watchmen promete ser la serie que reivindique a HBO después del daño provocado por el final de Game Of Thrones, que dejó trastocados a sus fanáticos más acérrimos, incluido yo. La moneda de cambio, por el momento, parece ser una ofrenda de oro, incienso y mirra a los suscriptores, y está por verse si al final de la temporada cadena y televidentes hacen las paces.
El productor de la serie, Damon Lindelof, dijo que esta fue diseñada para contarse en una temporada condensada de 9 capítulos, de los 12 que contiene la novela gráfica. No sabe si habrá una segunda, aunque tiene curiosidad y ganas de explorar este universo. Como van las cosas, la cadena evaluará microscópicamente el desempeño de la producción y tomará muy en cuenta la respuesta de los fanáticos en las redes sociales antes de arriesgarse con otra temporada.
En redes sociales se alaba el elenco y la actuación de sus protagonistas, empezando por Regina King, Don Johnson y Jeremy Irons. Esto es un buen síntoma para que la serie funcione. La radicalización de ideologías, relación de los superhéroes con la humanidad, política y conflictos raciales serán los temas a desarrollar en esta producción que promete perfección.
Mientras todo aquello se cumple, el primer capítulo de la serie es una promesa del nirvana en cuanto a estilo, cinematografía y elenco. Esta historia se inicia al finalizar la aparatosa película Watchmen (2009), ambientada en 1985 y del director Zack Znyder. Al cineasta estadounidense se le atragantan las cintas que tienen muchos protagonistas. Por ejemplo, The Man Of Steel es un filme mejor resuelto que la lucha ególatra de personajes poco interesantes en Justice League.
Creo que aborrezco Watchmen por el asesinato de Rorschach, así que verlo en esta serie como un símbolo antisistema y de rebeldía me causa cierta alegría y, de pronto, desconfianza.
Los números de audiencia fueron modestos. El primer capítulo alcanzó a 800 mil espectadores en directo y 700 mil en la plataforma de streaming, para un total de 1.5 millones solo en EE. UU., según ciertas agencias de medición. Westworld contó con 3.3 millones para su primer episodio y Game Of Thrones con 2.2 millones. Estaremos vigilantes.
El tráiler de Star Wars fue estrenado el lunes. En este podemos ver la exuberancia del universo y la batalla final, que incluye todos los personajes habidos y por haber. Esto creo que responde más a decisiones mercantilistas y generacionales que al desarrollo de una historia con una conclusión que nos deje plenos y satisfechos a todos. J.J. Abrams será el director de esta película, lo cual tiene sentido luego de que el antiguo realizador, de cuyo nombre no quiero acordarme, tuvo la insensatez de
desaparecer a Luke Skywalker.
Aunque el primer tráiler de The Rise Of Skywalker es muy emocional, en el segundo lo soltaron todo, y habrá pocos giros de la trama que nos sorprendan. Esperemos que la película cuente con cameos memorables y una historia que no nos desilusione tanto como sucedió con The Last Jedi. Su estreno está programado para el 20 de diciembre.