La semana pasada iba a dedicar la columna a Stranger Things y las previsiones que tenía para la segunda temporada. En cambio, decidí esperarme al viernes y ver los nueve episodios en una maratón. El resultado fue más que satisfactorio.
Voy a dar nueve características de esta entrega. Quizá coincida con vos en algunos aciertos de la serie y otros no tantos. Acá no hay spoilers.
1) La trama está al mismo nivel que la primera. La evolución de los personajes es tangible y el avance de la edad es demasiado marcado en los protagonistas. Si se realiza una tercera temporada, deberán tomar en cuenta que los chicos de 13 años tendrán 15 para el momento de la filmación.
2) La magia del sonido permanece. Si naciste a principios de los años 80, como yo, regresarás a esa época solo con la música incidental.
3) Sin embargo, las canciones utilizadas para acompañar la banda sonora llegan a saturar.
4) Los actores Sean Austin (The Goonies y Lord of the Rings) y Paul Raiser (aquél empresario miserable de Aliens), junto a Matthew Modine (Joker en Full Metal Jacket) son entrañables. Austin por un momento nos confunde, no se sabe muy bien qué causa defiende.
5) De los 9 episodios, uno está de más. Desperdiciaron un capítulo para darnos información que pudieron otorgar con un recuerdo, o cualquier otro recurso narrativo. Es como un episodio de mutantes Marvel. Realmente es innecesario, no me sorprendería si hacen un spin off.
6) Stranger Things, desde el comienzo, ha utilizado una suerte de arquetipos del cine de los 80. Pero a mi parecer, sus personajes nuevos abusan de esa condición. Dos de ellos sobran. No le aportan nada a la historia; en todo caso, les da un contexto de la época.
7) Seguro sobrarán los easter eggs, pero yo al menos no los encontré, salvo uno a Darth Vader.
8) En cuanto a Dustin (Gaten Matarazzo), cómo aborrecí a este niño. Sus decisiones son demasiado tontas y ahora es una mala mezcla de Bocón (Mouth) y Data de The Goonies.
9) Si se abre el portal otra vez, o usan ese químico peligroso de nuevo, a la usanza de las películas de esa década, todo vuelve a empezar, pero digamos que el Mundo al Revés estará de su lado. Eso sí, no hay que molestarlo. Por tanto la historia tiene final, pero hay cabos suficientes para una nueva temporada.
Hay preguntas que siguen sin resolverse, las cuales vienen de la temporada uno. Ver Stranger Things es vivir un eterno Halloween ochentero. No te la perdás.
Decepción fílmica: The Disappointments Room.
Vi esta cinta porque era de terror y por Kate Beckinsale. Una decepción total, por actuación, guion, y lo que es peor, recursos baratos para asustar al espectador. No te le acerqués.