Alejandro Alonzo
https://www.facebook.com/elcomicbuquero
Charlton Comics fue una editorial peculiar desde el inicio. Los fundadores, John Santangelo y Edward Levy se conocieron en prisión mientras cumplían condenas por infracción de derechos de autor y participación en un escándalo político, respectivamente. Tras su liberación en 1945, formaron la editorial, cuyos primeros títulos fueron Yellowjacket, Zoo Funnies y TNT Comics.
En 1948, Charlton logró agrupar a su personal creativo, sus imprentas, y su negocio de distribución en un solo edificio. Reunir y poseer todos los aspectos de la publicación fue algo único en la industria, y le ayudó a perdurar mientras muchos de sus competidores colapsaban. Y cada vez que un rival quebraba, Charlton se apresuraba a comprar sus personajes y series, los cuales incorporaba a su acervo editorial.
A lo largo de su historia, Charlton contó con artistas muy talentosos entre su personal, pero el énfasis de la empresa siempre fue en la cantidad y no en la calidad, algo que se apreciaba en lo bajas que eran sus tarifas por página. A pesar de esto, era trabajo constante y seguro en tiempos inestables para la industria.
La editorial tenía un modelo de negocio único en la industria del cómic.
Uno de sus artistas más sobresalientes fue Steve Ditko, quien a partir de 1954 tuvo una larga e intermitente trayectoria con la empresa que redundó en algunas de sus piezas más notables, como su trabajo con el cómic de horror The Thing! Charlton no se limitó a lo escalofriante y se aventuró con todos los temas que mostraban algún signo de popularidad. Esa diversificación temática le permitó a Charlton sobrevivir los tiempos de censura de mediados de los cincuenta.
Durante la década de 1960, Charlton publicó material digno de mención. Aunque continuó publicando antologías de guerras, wésterns y romances, su nueva línea de superhéroes era muy innovadora. Los principales fueron el héroe nuclear Captain Atom; el héroe de alta tecnología Blue Beetle; el hiperviolento Peacemaker; y la femme fatale Nightshade. Décadas más tarde servirían como inspiración para los Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons. A pesar de ello, la empresa iba en declive, y en 1967 Charlton tenía 13 de los 15 cómics menos vendidos en los puestos de revistas.
A pesar de los intentos de fortalecer su base de fans, la editorial finalmente cerró en 1986, y esta vez fue su rival DC Comics quien se quedó con todos sus personajes.
En 1969, Charlton obtuvo licencia para trabajar propiedades del King Features Syndicate como Flash Gordon, Popeye y The Phantom. La empresa también obtuvo licencias para algunas propiedades televisivas animadas de Hanna-Barbera, y realizó pobres adaptaciones de programas de ciencia ficción como The Six Million Dollar Man y Space: 1999.