Aunque Stan Lee es a quien el público asocia principalmente con Marvel Comics, el origen y éxito inicial de la compañía se debió totalmente a un empresario llamado Martin Goodman.
Nacido en Brooklyn, New York, Goodman (1908-1992) era hijo de inmigrantes judíos rusos de escasos recursos. Pero a pesar de sus humildes orígenes, logró convertirse en un exitoso editor, produciendo una variada gama de revistas enfocadas en todo tipo de géneros, incluyendo wésterns, aventura, ciencia-ficción, misterio, historias de la jungla e historias de detectives.
En eso, en 1938, la compañía ahora conocida como DC Comics publicó Detective Comics #1, que introdujo a Superman, uno de los primeros superhéroes. La revista fue un éxito de venta y motivó al empresario a intentar entrar en el burbujeante negocio de las revistas de historietas.
En el verano de 1939, Goodman publicó Marvel Comics #1 por medio de su nueva empresa, Timely Comics. La publicación marcó el debut de un héroe llamado la Antorcha Humana, creado por Carl Burgos y el héroe subacuático Namor, creado por Bill Everett.
Lee anhelaba el prestigio y originalidad de la innovación
Goodman tenía un modelo de negocio al cual se apegaba muy estrictamente: fijarse en lo que le estaba funcionando a la competencia e imitarlo. Cuando los héroes con mallas y capas como Superman y Batman se vendían bien para DC, Goodman produjo personajes similares. Aparte de la Antorcha Humana y Namor, Timely produjo historias protagonizadas por Red Raven, The Angel y The Vision. Goodman hizo exactamente lo mismo con el resto de sus publicaciones, produciendo personajes como Wacky Duck (una copia de Daffy Duck y Donald Duck) y Homer the Happy Ghost (una copia de Casper The Friendly Ghost).
“Éramos una fábrica de imitaciones,” escribiría Stan Lee, muchos años más tarde.
Lee anhelaba el prestigio y originalidad de la innovación, pero Goodman sabía que la imitación tiene sentido desde un punto de vista financiero, ya que al copiar algo con éxito comprobado se reduce enormemente el riesgo de quedar con producto que nadie quiera.
Y a veces la estrategia realmente funcionaba. Marvel Comics #1 vendió 80 mil ejemplares en su primera edición, motivando a Goodman a sacar un segundo tiraje, el cual vendió 800 mil ejemplares. A pesar de su éxito produciendo imitaciones, Timely empezó a introducir innovaciones aquí y allá, como el primer crossover de la historia al enfrentar a la Antorcha contra Namor en Marvel Mystery Comics #8.
Años más tarde, rebautizada como Marvel Comics, la editorial presentaría superhéroes más humanos, que discutían y tenían problemas personales, como la gente normal, algo nunca visto antes en los cómics. Y así fue como Marvel logró lo que Stan Lee tanto ambicionaba: ser original.