Desde principios de la década de 1990, el crecimiento de la World Wide Web ha tenido su impacto en los cómics. No solo ha demostrado ser una plataforma infinita para que los creadores de cómics muestren su trabajo, sino que también proporcionó un lienzo completamente nuevo para que los artistas dibujen sus cómics, utilizando nuevas técnicas informáticas como 3D y animación.
Uno de los primeros en señalar ese desarrollo fue Scott McCloud, cuyos libros Understanding Comics (1993) y Reinventing Comics (2000) se han convertido en material de referencia sobre el tema. Con sus escritos, McCloud abrió los ojos de muchos artistas a las posibilidades que ofrece la tecnología para el medio de los cómics.
Uno de los autores de cómics especialmente adaptados al internet es el suizo Demian5, quien creó When I am King, entre 1999 y 2001. Se ha convertido en un clásico, por su uso inventivo de las tecnologías modernas, en combinación con una narrativa entretenida. Otro artista que ha experimentado con éxito las posibilidades del internet es Patrick Farley, cuyo trabajo se puede ver en su sitio web, Electric Sheep Comix.
La gran mayoría de los artistas de cómics utiliza el internet como una vitrina, para mostrar su trabajo. En lugar de invertir energía y dinero en la autoedición y la distribución, invierten una cantidad relativamente baja de dinero en su propio sitio, por lo que pueden llegar a una amplia audiencia de amantes del cómic y de colegas. El primer cómic que apareció en línea fue Where the Buffalo Roam, de Hans Bjordahl, en 1991, y ha sido seguido por innumerables cómics en todo el mundo.
Tan pronto como el internet se popularizó los artistas comenzaron a hacer cómics, con el único propósito de mostrarlos digitalmente. Estos son los llamados webcomics, y los primeros ejemplos son Netboy, de Stafford Huyler y Argon Zark!, por Charley Parker. Muchos artistas utilizan este formato, para mostrar su capacidad de producir una tira cómica consistente y de aparición regular (lo que podría interesar a los sindicatos en incorporarlos, para su distribución en los periódicos).
Muchos webcomics están disponibles gratuitamente, pero otros son parte de servicios que dan acceso a los lectores utilizando un modelo de suscripción. Sin embargo, haber nacido en la web no significa que estas historietas únicamente existan en línea. Muchos webcomics han sido impresos en libros recopilatorios y algunos han sido publicados en periódicos y revistas.
A 30 años de su aparición, los webcomics ya son parte integral de la industria. Prueba de ello es que los principales premios de cómic, como los Eisner, los Harvey y los Reuben, cuentan con categorías para cómics en línea.