El mundo de los cómics japoneses (manga) de horror es vasto, con muchos títulos excelentes para escoger. Sin embargo, el trabajo de Junju Ito (Itō Junji, en japonés) siempre sobresale por su temática y estética visual, las cuales pueden ser descritas como sencillamente aterradoras.
Ito nació en la prefectura de Gifu en 1963. En 1986 participó en un certamen de cómic de la revista Gekkan Halloween, y ganó una mención honorifica. Su cómic fue publicado en la revista por 13 años, lanzando su carrera como dibujante.
El trabajo detallado de Kazuo Umezu fue una fuerte inspiración en el joven artista. Otros autores que han influido en su obra son Hideshi Hino, Shinichi Koga, Yasutaka Tsutsui, Katsuhiro Otomo y el escritor H.P. Lovecraft.
En conjunto, el universo que representa Ito es cruel y caprichoso. Sus personajes a menudo son víctimas de circunstancias malvadas y antinaturales, sin razón aparente, o bien son castigados desproporcionadamente por infracciones menores contra un orden natural desconocido e incomprensible. Algunos de los temas recurrentes de su trabajo incluyen el horror corporal, personajes aparentemente ordinarios que comienzan a actuar por compulsión irracional, el colapso de la sociedad, los organismos de las profundidades marinas y la inevitabilidad de la muerte.
Al igual que la mayoría de los autores de cómic japoneses, el trabajo de Ito es en blanco y negro, lo cual usa a su favor para crear imágenes escalofriantes, con seres macilentos. Es de notar que sus personajes humanos nunca se ruborizan ni tienen color en las mejillas, por lo que su apariencia pálida y exánime contrasta intensamente con el trabajo del resto de mangakas.
Los rostros de sus protagonistas son como lienzos en los cuales cualquier detalle es muy evidente y enfatiza cualquier elemento antinatural. En especial, los ojos son dibujados minuciosamente y plasman emociones de temor y locura. Cada cuadro de su trabajo contiene mínimos detalles, haciendo cuidadoso e intrincado uso de tramas y líneas para demostrar texturas. Su uso magistral de blancos y negros crea una sensación de profundidad e inquietante realismo.
Durante su larga carrera, Ito ha publicado docenas de volúmenes de manga, de los cuales destacan especialmente Tomie (1987), Uzumaki (2000) y Gyo (2001). Numerosas obras suyas han sido adaptadas al cine y a la televisión, y varias han sido, además, convertidas en ánime (películas animadas japonesas). Su popularidad es internacional y su obra ha sido traducida a varios idiomas casi en su totalidad. En julio de este año, su versión de Frankestein se ganó el Premio Eisner a la Mejor Adaptación, el cual fue entregado durante la Comic Con de San Diego.