Esta semana se estrena el filme Avengers: Endgame, la más reciente entrega del Universo Cinematográfico Marvel. Esta cinta, como muchas otras de esta saga, se basa en la trama de The Infinity War (1992), escrita por el multitalentoso Jim Starlin.
Nacido en Detroit (Michigan) en 1949, Starlin se enlistó en la Marina y sirvió en Vietnam como fotógrafo aéreo. Durante su tiempo libre aprovechaba para dibujar y enviar propuestas de cómics. Luego de ser dado de baja logró vender dos historias a DC Comics.
Tras realizar varios trabajos de poca monta, Starlin finalmente pudo entrar en la industria, en 1972, trabajando para Marvel Cómics. “Todo lo que aprendí de narrativa fue gracias a Steve Ditko y Jack Kirby”, diría años después. Empezó como arte finalista en Spider-Man, pero más tarde se le dio la oportunidad de trabajar en otros títulos, como Iron Man y Capitán Marvel.
A mediados de los 70 comenzó a crear un repertorio de historia de ciencia ficción para la antología Star Reach. Gracias a que se trataba de un título poco notorio, pudo trabajar temas complejos y posiblemente controversiales, sin preocuparse de despertar la ira del ente regulador conocido como la Comics Code Authority.
Cuando trabajó con Warlock, Starlin visualizó al homónimo protagonista como un ser existencial y filosóficamente torturado. Escribió una ópera espacial compleja con temas teológicos y psicológicos. Warlock enfrenta a la Iglesia Universal de la Verdad, creada por un Warlock del futuro. Eventualmente, el titán Thanos fue incorporado a la narrativa. En poco tiempo, el artista logró levantar considerablemente el interés del público por estos títulos de poca circulación.
En los 80 desarrolló al supervillano Mongol para DC Comics Presents #27 (1980). Para Epic cómics planteó la expansiva historia titulada The Metamorphosis Odyssey, en la que introdujo su personaje Vanth Dreadstar. También participó en dos cómics para caridad: Heroes for Hope y Heroes Against Hunger. Estas fueron antologías que incluyeron algunos de los talentos más prestigiosos de la industria.
Starlin se volvió el escritor de Batman e introdujo el personaje KGBeast. Además, escribió en la miniserie Batman: The Cult (1988), la cual fue dibujada por Bernie Wrightson. A su cargo, además, estuvo Batman: Death In the Family, el arco narrativo en el que muere Jason Todd, el segundo Robin.
En los 90 trabajó en revivir la serie de Silver Surfer. Como era su costumbre, metió a Thanos en la historia, lo cual lo llevó a escribir la ambiciosa The Infinity Gautlet, la cual trajo de vuelta a Adam Warlock y preparó el camino para las miniseries The Infinity War y The Infinity Crusade.