En los cómics de superhéroes, la mayoría de historias tiene lugar en mundos muy similares al nuestro, pero en los cuales en algún momento empezaron a aparecer seres con habilidades y poderes sobrehumanos, que suelen ayudar a las fuerzas del orden a batallar el crimen. Aunque estos títulos son sumamente populares, algunos escritores de cómics han pensado en diferentes formas en que los superhéroes pueden llegar a desaparecer.
Un recurso muy popular es que los héroes no sean vistos como una influencia positiva en la sociedad, y los Gobiernos se vuelvan en su contra, prohibiéndoles tajantemente actuar en forma alguna. Dos de los primeros escritores en emplear este recurso fueron Alan Moore y Frank Miller, quienes trabajaban en sendos proyectos para DC Comics: Watchmen y The Dark Knight Returns, ambos publicados en 1986.
Otros proyectos han incorporado esta misma premisa a sus arcos narrativos, como la miniserie DC: The New Frontier (2004). En ella, el artista y guionista Darwyn Cooke ubica la acción en los años 50 y se aprovecha del ambiente de paranoia ocasionado por las cacerías de brujas del senador Joseph McCarthy para llevar a los héroes a la clandestinidad.
En 2008 el escocés Mark Millar escribió una historia titulada Old Man Logan, la cual tomaba lugar en un futuro en el que todos los supervillanos del planeta se dieron cuenta que superaban en número a los héroes en una proporción de más de 20 a 1. Por ello, coordinaron y los atacaron simultáneamente, aniquilando a casi todos los superhéroes de Marvel, para luego repartirse EE. UU. entre los líderes.
Millar ya había explorado esa idea anteriormente en su obra Wanted (2004), en la que los villanos no solo vencen a los héroes sino que usan una combinación de magia y tecnología para borrarle la memoria al planeta entero para que nadie recuerde que alguna vez existieron.
A veces acontece un evento mundial que elimina el poder de los héroes. En el evento Decimation (2005), la Bruja Escarlata usa su magia para quitarle los poderes a casi todos los mutantes del planeta, dejando apenas un puñado de héroes activos.
El peor de todos los escenarios distópicos tal vez sea el presentado en Ruins (1995) por Warren Ellis. En esta versión del universo Marvel todo sale mal. Si bien los héroes de este mundo pasan por los mismos accidentes que los personajes que conocemos, en lugar de recibir poderes sufren terribles deformidades y muertes dolorosas.
Por todo esto, ya saben: aunque los superhéroes abunden y pareciera que vayan a durar para siempre, lo mejor es no confiarse.