La melaza es un producto de origen vegetal, a diferencia de la miel de abejas, aunque sí tiene una textura similar a esta y es de sabor agradable. La melaza se obtiene al triturar la caña de azúcar o la remolacha azucarera para extraer su azúcar y conseguir su jugo. Mediante la aplicación de calor y centrifugación, después de extraer parte de su azúcar, queda un jarabe viscoso y de color oscuro, que recibe el nombre de melaza. Por tanto, mientras más oscura sea, más nutrientes y sabor tendrá.
Se le conoce también como miel de caña, por lo tanto, contiene las sustancias nutritivas afines a la caña de azúcar, pero sin el azúcar que ha sido previamente eliminada. Asimismo, azúcares como sacarosa, glucosa y fructosa son una buena fuente de vitamina B6, magnesio, calcio, hierro y potasio.
Sus usos culinarios son importantes como aditivo en la pastelería y en la panadería porque mantiene la frescura y humedad. Además, ofrece un sabor particular en los panes y pasteles. La melaza oscura funciona bien en pan de jengibre, frijoles horneados y panes más oscuros, endulza, cualquier platillo como la misma miel y es empleada de la misma manera en comidas saladas, en especial con base de papas. Es así como podrá preparar unas papas horneadas agridulces en rodajas con vinagre de manzana, salsa de tomate, fondo de vegetales, especias y melaza.
Son sorprendentes los usos que se le pueden dar. Considere que la melaza puede utilizarse como sustituto del azúcar, por lo que las opciones son diversas.
Por ejemplo, en las vinagretas o en las marinadas aporta un gusto agridulce particular y un colorido también. Una receta sencilla consiste en mezclar en un bol mostaza, vinagre balsámico, jugo de limón, melaza, sal, pimienta negra recién molida e incorporar aceite de oliva con suavidad. Bata hasta conseguir una textura homogénea.
Cuando prepare una carne al horno a las brasas, pinte los trozos o filetes con miel de caña; de esta manera, logrará que se doren, luzcan un colorido y un sabor agradable.
Es un endulzante de tés, infusiones o jugos variados. Siempre considere que su sabor es intenso, por lo que una mínima cantidad será suficiente para evitar que opaque los sabores de las preparaciones. Recuerde que la melaza no es apta para diabéticos por su riqueza en azúcares simples. Asimismo, si no tiene restricciones nutricionales, consuma un máximo de 2 cucharadas al día. Una buena opción es agregarle jugo de limón o disolverlo en un poco de agua para una mejor absorción. Por su textura viscosa, la melaza se disuelve de mejor manera en agua tibia.
Esta miel la puede preparar de forma casera, coloque un bloque de panela en agua y deje disolver o puede rallar la panela, de esta manera podrá disponer la cantidad que necesita de una forma más rápida. Sin más, disfrute de cocinar con melaza, logrará una humedad característica, un colorido y sabor particular en sus alimentos.